YBYCUÍ (Aldo Lezcano, corresponsal). El arroyo Paso Naranja divide a los distritos de Quyquyhó y Ybycuí en la zona de la colonia Goiburú. En el sitio la empresa unipersonal “Ingeniero Antonio Peláez” en el 2010 empezó la construcción de un puente de hormigón armado de 45 metros que iba a reemplazar a una obsoleta pasarela de madera de 35 metros. La obra debió terminar en julio de 2011.
El puente debía facilitar la conexión de Quyquyhó con la colonia Agustín Goiburú del distrito de Ybycuí y con Mbuyapey. Fue presupuestado en más de G. 1.466 millones, pero apenas fueron colocados nueve pilotes cortos para aliviadero y a un costado fue construido un pequeño alcantarillado.
En las proximidades fueron dejadas 64 piezas de hormigón prefabricadas de 12 metros de largo. El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y el ingeniero Antonio Peláez se culpan mutuamente del abandono de la obra.
Ante la falta de garantías del viejo puente de madera, el MOPC encargó su reparación al contratista Orlando Cañiza. El trabajo de contingencia costó G. 400 millones.
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El MOPC desde el 2011 asegura que se cumplió con los desembolsos de acuerdo con la marcha de la obra y que Peláez tuvo un atraso exagerado. En marzo de 2012 el MOPC anuló el contrato e informó que la empresa consultora CIA SA, responsable de la fiscalización, constató que apenas se ejecutó el 9,07 por ciento de los trabajos previstos.
El Ing. Antonio Peláez, sin embargo, aseguró que solamente recibió un anticipo de G. 293 millones. Dijo que pese a los reclamos para pago de los certificados de obras, el MOPC no se puso al día y que por esa razón se vio obligado a abandonar el emprendimiento que se le encomendó.
Quyquyhó-Caapucú
La construcción del empedrado en el tramo Quyquyhó-Caapucú, de 32 kilómetros, fue adjudicada al Consorcio Ramales (Constructora Chávez, del ingeniero Miguel Ángel Chávez Hausmann, y Constructora Chaco, del Ing. Manuel López) en el 2009. La obra se inició a mediados de 2010.
El proyecto incluye elevación, alcantarillados, puentes, empastados y cunetas laterales. Debía culminar en 27 meses, es decir, a fines de 2012, pero hasta ahora apenas avanzó 50%.
Además, antes de concluir la construcción, la pavimentación realizada en primera parte ya presenta enormes hundimientos.
En varios puntos de la vía los conductores no pueden circular a más de 20 kilómetros por hora debido al peligro que representa el mal estado del nuevo camino.