Pesebre hidráulico pone magia a la Navidad luqueña

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El “pesebre hidráulico gigante” de la familia Sabaté vuelve a tener vida en vísperas de la conmemoración de la Navidad en la quinta Sabaté del barrio Bella Vista de Luque. Tiene una vigencia de 63 años y la obra estará abierta al público que quiera apreciarla desde el jueves 22 de diciembre.

LUQUE (Gladys Villalba Jara, corresponsal). Todo se inició en el año 1953 con un pesebre con las figuras del Niño Jesús, la Virgen María y San José ordenados sobre una mesa de madera en la vivienda de doña Ermelinda y don Esteban. Actualmente Esteban Sabaté (h), quien desde niño acompañó a sus padres en el montaje del pesebre, junto a sus hijos Adrián, Arturo, Vivian y Marlene mantienen viva la tradición, que cumple 63 años.

El pesebre tiene ocho metros de ancho y nueve metros de largo, una cascada con 8.000 litros de agua, 51 piezas móviles y más de 100 figuras estáticas. Posee figuras de mujeres y hombres del campo y de la ciudad.

Cada año se agregan más figuras al pesebre. En 2014 fue el campesino en su carreta estirada por bueyes, en 2015 fue el sembrador y este año se suma una hacendosa cocinera. Con un brasero, olla de hierro y pantalla, representa a la abundancia y a la mujer paraguaya.

Cada año unas 3.000 personas visitan el pintoresco pesebre, mencionó Esteban Germán Sabaté. Invitó a disfrutar del mágico espectáculo a partir del jueves 22 hasta el 30 de diciembre, de 18:30 a 22:00. No se paga entrada.

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