Cargando...
Fue construida hace cuatro décadas por la administración de la escuela agrícola San Benito, propiedad de la congregación del Verbo Divino, según explicó Krajza. Tras el desborde de los recursos hídricos, del lago apenas quedó un tétrico círculo de barro y troncos de árboles.
Resta reconstruir la casa que albergaba la usina, que fue arrastrada por el raudal y poner a punto la turbina. Una empresa se encargará de hacerla funcionar nuevamente, explicó Juan Krajza.
Explicó que la red eléctrica de la institución educativa está preparada para recibir energía de la pequeña represa y con ello abaratar los costos para mantener a los 130 alumnos internados de lunes a viernes en el lugar, concluyó.