EL PASO, Estados Unidos (AFP). Veinte personas fueron asesinadas el sábado cerca del mediodía en la sureña El Paso, y menos de 13 horas después, otras nueve en un animado vecindario de Dayton, Ohio, al noreste.
Las autoridades locales han anunciado que pedirán la pena de muerte contra el atacante de El Paso, un hombre blanco de 21 años.
El caso está siendo tratado como “terrorismo doméstico”, anunció la justicia federal.
“Dios bendiga a los habitantes” de ambas ciudades, tuiteó el presidente Donald Trump, sin responder a las críticas directas de varios aspirantes a las primarias demócratas que lo responsabilizan por el aumento de la violencia con armas de fuego.
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En homenaje a las víctimas de ambas masacres, Trump ordenó que se izara la bandera estadounidense a media asta en la Casa Blanca y todos los edificios y espacios públicos durante cuatro días y condenó “estos actos de odio y cobardía”.
El hombre mató a 20 personas e hirió a otras 26 antes de entregarse.
En la noche, al otro lado del país, en Ohio, un hombre sembró el pánico en una zona de ocio de Dayton.
Mató a nueve personas e hirió a otras 27 en menos de un minuto, antes de ser abatido a tiros por la Policía que patrullaba el área.
“Si no hubieran estado allí (...) podríamos haber tenido cientos de muertos y heridos”, dijo Nan Whaley, alcalde de la ciudad.
En este caso, el atacante también usó un rifle de asalto equipado con cargadores de alta capacidad, tenía municiones adicionales y llevaba un chaleco antibalas, dijo Whaley. Sus motivos se desconocen, por el momento.
Fue identificado como Connor Betts, un hombre blanco de 24 años, y su hermana, Megan Betts, de 22 años, figura entre los asesinados en la masacre, de acuerdo con la policía.
Anthony Reynolds, que salía de un club nocturno con un primo en ese momento, describió la escena de terror.
“Cuando vimos que los cuerpos empezaban a caer, nos dimos cuenta de que era grave (...) le gritamos a la gente ‘corran, hay un tirador’ porque muchos estaban conmocionados y no sabía que hacer”, dijo a MSNBC.
Ambas tragedias causaron indignación a lo largo de todo el país. “Nuestra nación está triste e indignada por los actos de terror sin sentido que se cobraron la vida de personas inocentes en El Paso y Dayton”, escribió en Twitter Kellyanne Conway, asesora de Donald Trump.
Pero el candidato a las primarias demócratas Beto O’Rourke, oriundo de El Paso, arremetió contra el Presidente por “atizar el racismo en este país” con una retórica antiinmigrante.
En Estados Unidos, donde la Constitución permite a sus ciudadanos estar armados, para defenderse en contra de cualquier intento de tiranía, la compra y tenencia de armas es más común que en otros países.
Estos casos despiertan siempre el debate sobre este delicado tema para los estadounidenses, entre quienes defienden ese derecho constitucional, y remarcan las condiciones psicológicas de los asesinos, y quienes desean eliminar el derecho a tener armas.
