En 1949, tras la guerra civil contra los comunistas, los chinos nacionalistas se establecieron en la isla de Taiwán, formando un gobierno democrático, y con los años una próspera sociedad, mientras Pekín reclama se someta a su dominio político.
Entre 2008 y 2016, durante la presidencia del taiwanés Ma Ying-jeou, se vivió una distensión en Pekín y Taipéi, pero los lazos entre ambos se deterioraron de nuevo con la llegada al poder de la presidenta Tsai Ing-wen, que se niega a reconocer que Taiwán sea parte de la nación china. Tsai es favorable a la independencia.