ONU, Estados Unidos (AFP). El presidente de EE.UU., Donald Trump, advirtió con intensificar las sanciones contra Irán, pese a la mediación de otros líderes mundiales para propiciar un cada vez menos probable encuentro histórico entre los dos países en Nueva York.
En reuniones al margen de la Asamblea General, tanto el presidente francés Emmanuel Macron como los líderes de Alemania, Ángela Merkel, y de Japón, Shinzo Abe, conversaron por separado con Trump y el presidente iraní, Hasan Rohaní, avivando especulaciones de una cumbre que podría aliviar la tensión entre Washington y Teherán.
Pero en su discurso ante los líderes mundiales, Trump dejó en claro que mantendrá la presión económica sobre Irán, mientras Rohaní pide un alivio como condición para cualquier reunión.
Trump culpó a Irán por un ataque ocurrido el 14 de septiembre contra dos instalaciones petroleras sauditas, acusación que la república islámica niega.
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Las potencias europeas, que también critican a Teherán, quieren a la vez rescatar un acuerdo de 2015 en virtud del cual Irán redujo drásticamente su programa nuclear a cambio de promesas no cumplidas de un alivio de sanciones.
En 2018, Trump se retiró de ese acuerdo e impuso sanciones.
Riesgos de conflagración
En su discurso en la tribuna de NN.UU., Macron hizo un llamado a Estados Unidos e Irán a reanudar las “negociaciones” para evitar los “riesgos de conflagración” en el Golfo.
“Ahora más que nunca es el momento de reanudar las negociaciones entre Estados Unidos, Irán, los signatarios del JCPOA (acuerdo nuclear de Irán) y los poderes de la región preocupados principalmente por la seguridad y la estabilidad”.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, juzgó de “irreales” las exigencias de la república islámica, que pide se levanten todas las sanciones estadounidenses antes de sentarse a negociar. Aunque también dijo que mantiene la esperanza de que se concreten conversaciones.
Brasil, Amazonia y dictaduras
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, abrió los debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas con un fuerte ataque a Cuba y Venezuela, resaltando que son “dictaduras” que deben ser derrotadas.
Bolsonaro, por una tradición de la ONU que le reserva a Brasil el primer discurso de la Asamblea anual, inauguró la fase de debates.
El gobernante afirmó que presenta a un “nuevo país”, que en el pasado reciente “llegó a estar al borde del socialismo (marxista)”. Además, pidió “respeto” para la soberanía de su país en la Amazonia.
