HONG KONG (AFP). Los manifestantes se concentraron en los barrios del centro de la isla de Hong Kong y, del otro lado de la bahía, en la península de Kowloon, pese a la fuerte lluvia y a que buena parte de las estaciones de metro estuvieran cerradas.
Los manifestantes protestaban contra el recurso, por parte del régimen, a una ley de emergencia para prohibir el uso de máscaras en las concentraciones públicas.
La Policía recurrió a los gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, al tiempo que estallaban nuevos altercados entre los agentes y los manifestantes, que intentaban levantar barricadas.
Este fue el tercer día consecutivo de “flashmobs” y de movilizaciones desde que la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, recurriera, el viernes, a una ley de emergencia para prohibir que los manifestantes se tapen la cara en las protestas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
La medida fue aplaudida por el régimen de Pekín, mientras que los manifestantes y la oposición vieron en ella indicios de un cada vez mayor sometimiento por parte del gobierno regional.
Esa misma noche, la decisión de la mandataria desencadenó protestas ciudadanas.
Ayer, la Justicia de la excolonia británica rechazó el recurso que presentaron diputados prodemocracia hongkoneses contra la norma.
Lucha prodemocrática
Desde hace cuatro meses, Hong Kong atraviesa su peor crisis política desde la retrocesión a China por parte de Londres, con manifestaciones casi diarias para denunciar una pérdida de libertades y la creciente influencia de la dictadura comunista china en los asuntos de esa región semiautónoma, y por lo tanto para exigir reformas democráticas.
El sábado, MTR suspendió la circulación del metro. Ayer, en cambio, decidió abrir 45 estaciones, informó la gestora, pero otras 48 seguían cerradas, sobre todo las situadas en los barrios donde tienen lugar las protestas, como los sectores turísticos del centro.
La ciudad, de 7,5 millones de habitantes, es extremadamente dependiente de la red de metro, uno de los más eficaces del mundo, que transporta a cuatro millones de personas al día.
Además, varias cadenas de supermercados y centros comerciales decidieron cerrar este domingo, algo muy inusual en esta aglomeración amante de las compras.
Los peores altercados ocurrieron el martes, cuando en China se celebraba el 70º aniversario de la instauración del régimen comunista. Por primera vez, un policía disparó una bala contra un manifestante, un estudiante de 18 años que resultó herido de gravedad.
El viernes por la noche, un adolescente de 14 también fue herido de bala por un policía vestido de civil.
La ola de protestas empezó en junio contra un proyecto de ley que buscaba autorizar las extradiciones a China continental. El texto fue abandonado a principios de septiembre, pero los manifestantes, que entretanto aumentaron sus reclamos, siguieron adelante con la movilización.
NORMA PARA MINAR LAS PROTESTAS
El gobierno regional, dirigido por la jefa del ejecutivo local, Carrie Lam, que es funcional a la dictadura china, activó una norma que permite tomar medidas sin control de la asamblea ciudadana.
El texto autoriza al ejecutivo a tomar “cualquier medida”, sin que sea necesario el permiso de los legisladores, en el caso de que se produzca una situación de emergencia o de peligro para la población.
Lam recurrió a ella para prohibir el uso de máscaras en las marchas, que los manifestantes utilizan para esconder su identidad, pero también para protegerse de los gases lacrimógenos. Sin embargo, ayer ignoraron la prohibición del régimen.
