QUITO (AFP, EFE). El presidente Moreno acusó a su antecesor y exaliado Rafael Correa y al líder chavista venezolano, Nicolás Maduro, de querer desestabilizar su gobierno, que enfrenta duras protestas sociales por haber retirado varios subsidios estatales.
“El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización”, dijo Moreno por radio y televisión desde el puerto de Guayaquil, adonde trasladó la sede del Ejecutivo en el marco del estado de excepción que decretara para restablecer el orden.
Flanqueado por su vicepresidente, Otto Sonnenholzner, y el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, Moreno dijo que Correa -que gobernó entre 2007 y 2017, enfrenta causas por corrupción y abuso de autoridad, y vive ahora en Bélgica- y varios de sus excolaboradores viajaron “al mismo tiempo, hace pocas semanas, a Venezuela”, y puso en duda que eso haya sido una “coincidencia”.
Protestas por subsidios
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Diversos grupos rechazan en las calles y carreteras desde el pasado jueves el retiro de subsidios dispuesto por Moreno.
La medida generó obvias alzas en los precios de los combustibles más utilizados.
El subsidio estatal hacía que el precio del diesel costara el equivalente por litro a 27 centavos de dólar (1.735 guaraníes), pasando a costar 60 centavos de dólar (3.874 guaraníes).
Grupos de indígenas y campesinos empezaron a llegar el lunes a Quito previo a una protesta el miércoles junto a otras organizaciones, como sindicatos.
El gobernante tildó de “corruptos” a correístas y dijo que “ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado y están usando e instrumentalizando algunos sectores indígenas, aprovechando su movilización, para saquear y destruir a su paso”.
Ante la llegada a la capital de indígenas que rechazan el fin de los subsidios decretado por el gobierno y la consecuente alza del precio de los combustibles, Moreno decidió trasladar la sede de gobierno amparado en el estado de excepción que estableció el jueves para intentar sofocar el estallido social.
Grupos adeptos al correísmo
Lenin Moreno acusó directamente a los correístas de estar detrás de “este intento de golpe de Estado”.
“Están usando e instrumentalizando algunos sectores indígenas, aprovechando su movilización, para saquear y destruir a su paso”, agregó.
Armados con palos, grupos indígenas del sur son trasladados en camiones hasta la capital ecuatoriana para participar de las protestas por el retiro de subsidios a los combustibles.
