BUENOS AIRES (AFP). Dos días después de ser electa vicepresidenta, como compañera de fórmula de Alberto Fernández, la Cámara Federal exculpó a Kirchner en dos causas por no encontrar pruebas en su contra, pero le confirmó otro procesamiento por cohecho. ¿Qué sucederá con el resto?
A Kirchner, de 66 años, le quedan ocho procesamientos, la mayoría por acusaciones de contrataciones irregulares y cohecho pasivo. Dos causas, por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito (Hotesur y Los Sauces), que implican también a sus hijos Máximo y Florencia, tendrán un juicio unificado.
Otros dos procesamientos son por la venta de “dólar futuro”, que ella defiende como una medida de política monetaria, y por encubrimiento a raíz de la firma de un memorando con Irán en la causa que investiga el atentado en el centro judío AMIA que causó 85 muertos en 1994.
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Dos jueces, Claudio Bonadio y Julián Ercolini, concentran las causas.
Aunque se ha ordenado su prisión preventiva en cinco procesos, sus aliados políticos la han salvado de quitarle los fueros que tiene como senadora, cargo que ocupa actualmente.
Ella, tampoco ha renunciado a sus fueros, para someterse a la justicia.
A partir del 10 de diciembre, cuando asuma como vicepresidenta, sería necesario un juicio político en el Parlamento para detenerla.
“Los juicios van a tener que seguir adelante, no sé si rápido o despacio, salvo que se emita una ley de amnistía o un indulto”, dijo el abogado constitucionalista Gregorio Badeni.
Badeni indica que no ha habido injerencia en la justicia durante el gobierno de Mauricio Macri, como afirman los partidarios de Kirchner.
Según su defensa, la expresidenta fue víctima de “una persecución mediática, judicial y política y además de género” desde que dejó el poder en 2015.
Juicio oral
Ayer se reanudó el único juicio oral en marcha, en el que está acusada de irregularidades en la concesión de obras viales en la provincia de Santa Cruz.
Otras cuatro causas ya fueron elevadas a juicio oral y esperan fecha de inicio.
Tras la victoria electoral, muchos se preguntan si el nuevo presidente Alberto Fernández presionará para salvar a su vicepresidenta Cristina Kirchner de los juicios.