LA PAZ (AFP). El ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia, Arturo Murillo considera que se están dando las condiciones para que Morales y Maduro terminen “en una fría cárcel”, al referirse a la denuncia que se prepara contra el expresidente boliviano ante la Corte Penal Internacional de La Haya (CPI) por crímenes de lesa humanidad.
Líder chavista
El año pasado seis países presentaron una denuncia contra Maduro con acusaciones similares.
“Creo que se están dando las condiciones para que Nicolás Maduro acompañe a Evo Morales en alguna cárcel en La Haya; eso se está preparando”, dijo Murillo.
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E insistió: “Nicolás Maduro va a terminar en una cárcel muy fría junto con Evo Morales, porque por el poder, por dañar a los países, han asesinado a mucha gente”.
Maduro, actual líder del chavismo en Venezuela, fue denunciado el año pasado por Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Canadá ante el tribunal internacional por crímenes que habrían tenido lugar en Venezuela a partir de febrero de 2014.
Morales y el poder
El titular del Gobierno boliviano descartó que Morales pueda retornar al poder, como dijo Maduro el miércoles en Caracas.
“Evo Morales puede volver, pero nadie garantiza que no vaya directo a la cárcel”, dijo Murillo.
Según el ministro, Morales “perdió la oportunidad de salir por la puerta grande”.
“No hizo bien las cosas, la ambición y su círculo cerrado de corruptos, narcos, lo convenció” de postularse a un cuarto mandato consecutivo, a pesar de que un referéndum le negó en 2016 esa posibilidad.
“Le endulzaron la oreja, le hicieron creer que era un dios”, dijo Murillo, pero “es un ser humano que ha cometido muchísimos delitos que los va tener que pagar en esta Tierra”.
Morales logró en 2017 que el Tribunal Constitucional (integrado por partidarios suyos) lo habilitara para una reelección indefinida, alegando que eso era un “derecho humano”.
“Injerencia terrible”
El gobierno interino boliviano recuerda la injerencia de la dictadura comunista cubana y del régimen autoritario chavista venezolano en Bolivia, donde Evo Morales también era aliado de esos dos regímenes.
Murillo calificó de “injerencia terrible” esas dictaduras, durante los 14 años de Morales en el poder.
Una de las primeras medidas de la mandataria interina Jeanine Áñez fue precisamente la expulsión de todos los funcionarios de la Embajada de Venezuela en La Paz, debido a la “violación de normas diplomáticas”.
“La gente que representaba a Maduro ha estado haciendo una injerencia terrible en el país y, obviamente, había operadores de ellos causando miedo y terror”, en la violencia que se desató entre octubre y noviembre, dijo Murillo.
Al igual que unos 50 países, el gobierno de Áñez reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente de Venezuela.
Murillo también denunció la presencia de agentes cubanos “que le han estado haciendo daño al país, gente que ha venido preparada para eso”.
Influencia de la dictadura cubana
En Cuba rige una dictadura comunista desde hace 60 años, la más antigua y sangrienta del continente, y ha sido apoyada por varios gobiernos de la región, en los últimos años, entre ellos Venezuela y Bolivia.
En Venezuela, en el año 2000 Hugo Chávez subió a la presidencia habiendo afirmado que, efectivamente, era consciente de que Cuba sufría una dictadura, pero que no podía “inmiscuirse”.
Ya en el poder, se dedicó a rescatar económicamente al agonizante régimen, que se debatía en la pobreza extrema tras la caída de su anterior sostén económico, la Unión Soviética.
En 2006, en Bolivia, Evo Morales llegó al poder, principalmente apoyado por el gobierno de Chávez, sumándose a los aliados de la dictadura cubana.