WASHINGTON (AFP). Un equipo de investigadores de la Universidad de Texas en Austin y de los Institutos Nacionales de Salud recurrieron a una tecnología llamada criomicroscopía electrónica, premiada con el Nobel de Química en 2017, para mapear la parte del virus que se adhiere a las células, unas puntas llamadas proteínas de espícula.
“La punta es el antígeno que quisiéramos introducir en los humanos para provocar de manera preventiva la producción de anticuerpos por el sistema inmunitario, de manera que esté listo a responder a un ataque cuando llegue el verdadero virus”, explica Jason McLellan, el científico que dirigió el estudio.
Su equipo llevaba años estudiando otros virus de la misma familia que el COVID-19 surgido en China.
Aprovechando esa experiencia previa y a partir del genoma publicado por China al principio de la epidemia, los investigadores estadounidenses crearon una versión estable de las puntas del virus en su laboratorio.
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Su estructura molecular está ahora disponible para los científicos de todo el mundo.
El mapa ayudará a los investigadores a entender cómo se esconde el virus y cómo neutralizarlo, y les dará pistas para elaborar medicamentos antivirales y una vacuna.
La epidemia de COVID-19 causó más de 2.000 muertos en China, donde se registraron 74.185 casos desde finales de diciembre.
Casos
En China continental el balance de la epidemia ya supera los 2.000 fallecidos y 74.000 contagiados, más de 1.600 en las últimas 24 horas.
Además hay cerca de un millar de casos en una treintena de países y territorios insulares chinos, entre ellos 7 fallecidos, los dos últimos en la ciudad iraní de Qom, ayer.
Preocupación
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió el miércoles que el impacto económico de la epidemia del nuevo coronavirus en China será de corta duración, pero llega en un momento frágil para la economía mundial, acosada por muchos otros riesgos, incluida la guerra comercial aún sin resolver entre Estados Unidos y China.
“La verdad es que la incertidumbre se está convirtiendo en la nueva normalidad”, señaló Georgieva en un artículo titulado “Encontrar una base sólida para la economía global”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue insistiendo en un mensaje tranquilizador. “Hemos hecho enormes progresos en poco tiempo”, afirmó el director de medidas de urgencia para la región del Mediterráneo Oriental.
