Los abogados de Netanyahu –el primer jefe del ejecutivo israelí imputado durante su mandato– habían pedido al tribunal aplazar durante 45 días el inicio del juicio porque no recibieron todo el material procesal.
El tribunal consideró que no hay base suficiente para una postergación.
Netanyahu es investigado por corrupción, malversación y abuso de confianza en tres casos distintos: el primero es caso 4000 o “Bezeq”, en el que se le imputa haber hecho favores entre 2012 y 2017 al gigante de telefonía israelí Bezeq a cambio de cobertura favorable de él y su familia.
En el caso 1000, es sospechoso de aceptar lujosos regalos de millonarios para él y su familia, por hasta un millón de shéqueles (unos 260.000 euros).
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En el caso 2000 se examina un presunto intento de pacto con Arnon Mozes, editor del diario de pago de mayor difusión de Israel, el “Yediot Aharonot”, para lograr una cobertura más positiva sobre él a cambio de dañar la distribución del diario rival, el gratuito “Israel Hayom”.