Cuando Estados Unidos pasó a ser el epicentro global de la pandemia con 92.000 infecciones confirmadas, republicanos y demócratas dieron luz verde al plan de ayuda económica más grande de la historia del país, ya aprobado por el Senado esta semana.
Para entrar en vigencia, la iniciativa requiere ahora la firma del presidente Donald Trump, quien prometió que la promulgará rápidamente.
“Nuestra nación enfrenta una emergencia económica y de salud de proporciones históricas debido a la pandemia del coronavirus, la peor en más de 100 años”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi, poco antes de que el cuerpo aprobara la medida por aclamación.
El texto, adoptado por el voto unánime de todos los senadores (96-0) la noche del miércoles, incluye disposiciones para atender a los sectores más afectados por la crisis sanitaria.
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Prevé el envío de un cheque por 1.200 dólares a muchos estadounidenses de bajos ingresos, casi 400.000 millones de dólares en asistencia a pequeñas empresas y 500.000 millones en asistencia a grandes empresas, que estarán sujetas a la vigilancia de un contralor general.
Además, otorga 100.000 millones de dólares para hospitales y 30.000 millones para financiar la investigación en vacunas y tratamientos del covid-19.
También amplía drásticamente la asistencia por desempleo, ayuda que amortiguará el golpe para la impresionante cifra de 3,3 millones de personas que presentaron solicitudes de subsidios por desempleo en la semana finalizada el 21 de marzo.
Votación para la historia
La votación del viernes en la Cámara baja destacó por varios aspectos.
Para evitar contagios, se implementaron reglas de distanciamiento entre los legisladores, lo que supuso que muchos debieran sentarse en las galerías para el público ante la falta de espacio en la sala.
Con el Congreso en receso esta semana, Pelosi abogaba por una votación rápida que hubiera requerido solo unos pocos miembros presentes.
Pero el republicano Thomas Massie, que se oponía a la costosa ley, amenazó con retrasar la adopción de la medida, lo que provocó que cientos de legisladores se apresuraran a regresar a Washington por si se requería un voto nominal.
Finalmente, la Cámara eludió la maniobra de Massie y aprobó el proyecto de ley por aclamación, lo que provocó numerosos aplausos.
Trump atacó a Massie en Twitter como alguien “de tercera categoría”.
“¡Echen a Massie del Partido Republicano!”, tronó el presidente, uniéndose a un coro de oprobio contra el congresista de Kentucky.
