El estudio la Universidad de Tel Aviv en colaboración con la Universidad de Arizona (EE.UU.) demuestra que las plantas tienen capacidad de producción eléctrica particularmente eficaz, basada en el proceso de la fotosíntesis.
Según la investigación, todas las plantas verdes, hojas, hierba o algas contienen verdaderos “paneles solares”, y pueden transformar un rayo de luz en una corriente de electrones. El desafío es extraer esta corriente de las plantas.
“Para hacer funcionar un aparato eléctrico, simplemente conéctelo a una toma de corriente. En el caso de una planta, (aún) no sabemos dónde enchufarlo. Buscamos un nanoenchufe trabajando con microalgas”, a las que inyectamos una enzima que produce hidrógeno con la ayuda de un biorreactor, explica el investigador Iftach Yacoby. Las microalgas desarrollaron células que contenían la nueva enzima. Así concluyeron en que producían electricidad.