La ceremonia se realizó a las 07:55 (10:55 GMT) en un hospital de Montevideo, luego de que los contrayentes presentaran un certificado que acreditaba la inminencia del riesgo de muerte de uno de ellos, dijo el director del Registro Civil, Adolfo Orellano.
“Fue muy emotivo”, indicó al sitio web del diario El Observador, en que la oficial actuante, Luisa Salaberry, relata que fue una ceremonia íntima en la que participaron los testigos y otros allegados. El enfermo estuvo muy lúcido, aseguró.
El matrimonio in extremis se realiza cuando las condiciones de salud no permiten realizar el trámite normal que requiere una espera de unos diez días hábiles entre la inscripción y la celebración. El trámite queda luego condicionado a la validación judicial posterior.
“Como recién hoy empieza a regir la ley de matrimonio igualitario, este matrimonio no podría haberse celebrado en los días previos pese a que la persona estaba muy enferma”, explicó Salaberry.
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De hecho, la boda tuvo lugar el primer día en que el Registro Civil habilitó las inscripciones para matrimonios de parejas del mismo sexo, después de que en abril Uruguay se convirtiera en el segundo país de Latinoamérica en legalizar el matrimonio homosexual.
Los primeros en inscribirse
El lunes a las 07:32 (10:32 GMT), pocos minutos después de que abriera el Registro Civil y rodeados de medios de comunicación, Rodrigo Borda y Sergio Miranda habían sido los primeros en anotarse para casarse.
“Es sorprendente y divertido ver la cantidad de apoyo de los medios, (aunque) sabíamos que no iba a ser privado porque decidimos hacerlo público para ayudar con la visibilidad”, manifestó un sonriente Borda a periodistas, al salir de la oficina estatal.
“Lo estamos celebrando y compartiendo porque esta ley marca que todos tenemos derechos, no hay ciudadanos de primera y segunda”, aseguró por su parte Miranda.
“Es un mensaje muy importante que está emitiendo Uruguay al mundo”, añadió.
Borda y Miranda –de 39 y 45 años, respectivamente, ambos profesionales de la comunicación y en pareja desde hace 14 años– madrugaron y desafiaron el frío para tener la posibilidad de ser los primeros en casarse en el país, que aspiran sea este mismo mes.
Para elegir una fecha deberán esperar no obstante diez días, mientras se completan los trámites necesarios, como la publicación del edicto en el diario oficial de La República.
La boda in extremis celebrada este lunes “es muy importante”, dijo Miranda a la AFP.
“Es otro beneficio de la entrada en vigencia de esta ley, antes no podría haberse dado”, señaló.
