Ayer se reunieron con mediadores en República Dominicana, opositores y gobierno, por separado, buscando las condiciones para iniciar un diálogo.
La oposición no quiere que se repita lo de ocasiones anteriores, cuando el régimen chavista usó intentos de diálogo, para ganar tiempo, y evitando una y otra vez recurrir a las urnas.
El chavismo tiene en contra a alrededor del 80% del pueblo venezolano, y es sustentado por la dictadura cubana y unas fuerzas armadas partidizadas y grupos paramilitares de adeptos.
Borges reiteró las condiciones de la MUD (Mesa de la Unidad Democrática), que agrupa a las fuerzas antichavistas, consistentes en: la “liberación de los presos políticos” (se tienen registrados a unos 600), el “levantamiento de inhabilitaciones” impuestas por el chavismo que impiden a opositores postular a cargos de elección popular, así como el establecimiento de un calendario electoral claro.
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Desde que la oposición arrasó en las legislativas, en diciembre de 2015, el régimen no ha convocado ninguna elección.
Lo que sí hizo fue conformar una “constituyente” con un sistema inventado por el Gobierno para asegurarle la mayoría.
Por este motivo la oposición no participó de lo que calificó como “farsa” electoral.