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Los cubanos, que viajaban en embarcaciones precarias y rústicas, fueron interceptados la semana pasada y trasladados ayer por los guardacostas estadounidenses a Bahía de Cabaña, en el norte de Cuba.
“Exhortamos a que nadie busque la vía marítima para intentar llegar a territorio estadounidense ilegalmente, con gran riesgo para sus vidas y muy pocas posibilidades de lograrlo”, señaló Mark Gordon, capitán de los guardacostas.
Gordon reiteró que navegar por aguas del Estrecho de Florida puede ser extremadamente peligroso y, a menudo, esos viajes ocasionan la muerte o heridas de los que se aventuran.
La semana pasada, la Guardia Costera de Estados Unidos repatrió a 103 balseros cubanos interceptados en el mar.