Aquejado de una neumonía, Abdalá, de unos 90 años, fue hospitalizado el 31 de diciembre en Riad. Su estado requirió una intubación para ayudarle a respirar.
Las múltiples hospitalizaciones del soberano alimentaban los rumores sobre el futuro de la gestión del reino saudí, potencia petrolera mundial y pieza clave en la política en Oriente Medio. En su patria, Abdalá promovió los valores ultraconservadores del Islam, pero en el exterior lanzó numerosas iniciativas de diálogo interreligioso.