El premier serbio, Alexandar Vucic, dijo que en Obrenovac, al sudeste de Belgrado, fueron hallados al mediodía otros 12 cadáveres, lo que eleva a 20 las víctimas mortales en el país.
En Bosnia-Herzegovina, las autoridades reportaron en el último informe 30 muertos por las inundaciones, mientras fuentes sin confirmación oficial refirieron una víctima mortal en Croacia. En tanto que en Serbia se habla de una veintena de fallecidos.
Las personas evacuadas llegan a 25.000 en Serbia, 15.000 en Bosnia-Herzegovina y 4.000, en Croacia.
En los países balcánicos, donde ayer por primera vez desde hace decena de días no se registraron lluvias y en vastas regiones regresó a resplandecer el sol, continúan las operaciones de socorro para la población.
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Miles de personas fueron llevadas a albergues seguros, centros deportivos, casas de estudiantes, salas de exposición de las mayores ciudades, comenzando desde la capital Belgrado.
En tanto otros son hospedados por parientes y amigos. Con unidades del Ejército apoyados por helicópteros fueron movilizados para socorrer a miles de jóvenes voluntarios que respondieron rápidamente al llamado de las autoridades.
En Serbia, donde los evacuados fueron hasta ahora cerca de 30.000, la situación más crítica queda al lado del río Sava, en particular en Obrenovac, que quedó completamente sumergida y cuyos 20.000 habitantes fueron en gran parte evacuados.
Ayer, en aquella localidad estuvo el premier Vucic, que anunció el hallazgo de 12 cuerpos sin vida. Siempre en Serbia son fuertes las aprensiones por dos grandes centrales térmicas asediadas por las aguas, la Nicola Tesla sobre el Sava cerca de Obrenovac (sudoeste de Belgrado, produce el 50% de la energía eléctrica del país), y aquella de Kostolac, sobre el Danubio, cerca de Pozarevac.
La situación está ligeramente mejor, dijo Vucic, pero la amenaza de las aguas aún no pasó.