QUITO (Reuters, AFP). Lenín Moreno, un administrador de 64 años que sufre de paraplejia, ha prometido mejorar los planes sociales del mandatario Rafael Correa y reconciliar al dividido país alejándose del estilo confrontacional del saliente presidente, que dominó casi hegemónicamente la política desde que llegó al poder en el 2007.
Tras una década dominada por gobiernos de centro-izquierda, Latinoamérica experimenta un giro hacia la derecha con mandatarios cercanos al mercado en Brasil, Argentina y Perú. Sin embargo, los ecuatorianos prefirieron seguir con el socialismo impuesto por Correa, aunque el panorama no pinte sencillo para el próximo presidente.
Moreno no podrá evitar la herencia económica de su antecesor y deberá moverse con rapidez para reducir el desempleo y el abultado endeudamiento público, además de sostener en época de “vacas flacas” los millonarios programas sociales.
“Sabremos escuchar las críticas. Vamos a trabajar en paz y armonía. Bienvenidos luchadores de la paz y de la vida”, declaró Moreno tras conocer su victoria.
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El exvicepresidente, quien el 19 de febrero logró un 39% de los votos y quedó a décimas de ser elegido en primera vuelta, era la carta del oficialismo para perpetuar el “Socialismo del siglo XXI” de Rafael Correa, en vigencia desde 2007, aunque con distintos matices a los de Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
Pero el opositor Lasso dijo que exigirá un recuento de votos, abriendo camino para protestas en las calles del dividido país donde algunos agradecen la estabilidad y los planes sociales del saliente Correa, pero muchos otros critican su autoritarismo y los escándalos de corrupción que salpican a su administración.
Por su parte, el mandatario Rafael Correa escribió en su cuenta de Twitter: “Gran noticia para la patria grande: la Revolución volvió a triunfar en Ecuador”, y “la derecha derrotada, pese a sus millones y su prensa”.
Los críticos han acusado a Correa de cerrar filas contra los medios de comunicación, de aumentar el gasto corriente y cambiar las reglas de juego para los inversores, como sucede en Venezuela, cuna del “Socialismo del Siglo XXI”.
Petrolero
Ecuador, el miembro más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), experimentó en la última década una bonanza petrolera. Tiene 4.000 millones de barriles de reservas probadas. Sin embargo, la caída de los precios del crudo y la apreciación del dólar golpearon los últimos años la economía de los ecuatorianos, que es el primer exportador de banano del mundo e importante productor de café, flores y cacao.
En 2016 el Gobierno ecuatoriano firmó un acuerdo comercial con la Unión Europea. China es su principal financista, con un monto de 17.400 millones de dólares desde 2010.
