“Hay una crisis coyuntural, un momento coyuntural”, declaró al señalar, no obstante, que el “principal reto para resolver ese déficit” es incrementar la producción en Venezuela.
El país sudamericano sufrió las últimas semanas desabastecimientos graves de diversos productos de consumo básico, que hicieron más agudos aún los problemas de escasez que habitualmente sufre en diversos renglones comerciales.
El Gobierno informó de gastos millonarios para paliar la situación que tenía a los venezolanos con problemas para adquirir leche, azúcar y papel higiénico entre otros artículos.
Resende admitió que Venezuela tiene “problemas con el abastecimiento de algunos rubros”, pero dijo que desde un punto de vista “técnico” no se trata de una “crisis” de abastecimiento.
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Recordó que en el país existen “23.000 puntos de abastecimiento públicos que son propiedad del Estado”, de donde se abastece el “60% de la población” con productos “subvencionados al 80%”.
Descalabro productivo
Es justamente la enorme subvención de diversos rubros, mediante los ingresos de la venta de petróleo, sumado a la estatización de diversas empresas y al intento de control del sistema económico por parte del Gobierno, lo que ha desajustado a la economía venezolana, tradicionalmente con libertad de mercado.
La producción y el comercio se han visto resentidos y el Estado no ha logrado reemplazar a las empresas privadas que se manejaban en esos sectores.
Venezuela, que cuenta con una gigantesca reserva petrolífera, depende casi con exclusividad de los inmensos ingresos del sector petrolero, cuyo principal cliente son los Estados Unidos.