En su declaración ante el Ministerio Público, el Lunes Santo, Wilmondes Sousa relató lo ocurrido en la noche del 4 de marzo pasado, cuando una comitiva judicial policial lo detuvo durante el allanamiento a la suite presidencial del hotel del Yacht y Golf Club Paraguayo, en el cual se encontraba hospedado Ronaldinho.
En el momento en que se produjo la intervención, Estigarribia estaba cenando con Dalia López en el hotel. Días después asumió la defensa de la empresaria, conjuntamente con el abogado Álvaro Arias.
El empresario recordó que cuando fue detenido en el hotel, el abogado Estigarribia le pidió que guardara silencio, pese a que él quería explicar lo ocurrido a las autoridades.
Sousa declaró que cuando lo llevaron al día siguiente para declarar ante la Fiscalía, Estigarribia pidió que responsabilizara de lo ocurrido a otra persona, que estaba viendo el nombre para darle, a lo que se negó rotundamente.
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“Al llegar a la Fiscalía, me senté abajo con el abogado Marcos Estigarribia, cuando yo debía subir ese abogado me dijo que espere, que yo no diga nada, que ellos tenían un plan que estaban preparando a lo que yo respondí que quería decir la verdad. Él nuevamente me respondió que ellos tenían un plan y que iban a dar el nombre que debía mencionar, a lo que me negué porque no puedo dar el nombre de alguien que no conozco” , relató Sousa.
“Todo eso fue abajo, mientras esperábamos para subir. Cuando ya subí para declarar, el abogado me dijo que no iba a hablar y no me lo permitieron porque yo no me presté para dar el nombre de la persona que ellos mencionaron, porque yo no conozco a esa persona. Yo insistí dos veces en poder hablar, y el abogado no me permitió. Luego ya solo me hicieron firmar”, agregó Sousa en su indagatoria.
Proyecto, excusa para acercamiento
Wilmondes Sousa Lira relató que conoció a Dalia López en enero del 2019, ocasión en que la mujer se ofreció a hacer realidad un proyecto social de un móvil que pudiera llevar asistencia médica a niños y niñas carenciados, pero dijo que para el efecto tenían que crear una empresa, de la que la esposa de Sousa, Paula Regina de Oliveira sería la presidenta.
Para concretar, la empresaria ahora prófuga dijo que indefectiblemente debían tener documentación paraguaya y se encargó de las gestiones correspondientes. Cuando Dalia avisó que la documentación estaba lista, Paula vino a Paraguay a retirarla y luego la llevó al Brasil, donde Wilmondes las entregó a Ronaldo y a Roberto.