La justicia brasileña sindica a Rodrigues como uno de los mayores traficantes de cigarrillos que opera en la región, con fuertes nexos con grupos criminales como el Primer Comando Capital (PCC). La estructura del ahora fugitivo surte de cigarrillos manufacturados en fábricas clandestinas, instaladas a lo largo de la frontera, en la zona de Canindeyú, a al menos cinco estados del vecino país y para asegurar los envíos supuestamente esta red paga jugosos sobornos a algunas autoridades de la región, conforme a los investigadores.
Aparte de estas acusaciones, Rodrigues también sería el responsable de un feroz atentado registrado en julio del 2018 en Salto del Guairá, en el que mataron al joven João Víctor Richena Costa (17).
Finalmente, el traficante de cigarrillos fue detenido el 15 de octubre de aquel año, al ser sorprendido por la Policía en una mansión de Pedro Juan Caballero.
Desde el momento de su reclusión en la cárcel regional de Amambay, Rodrigues intentó conseguir medidas alternativas, pero todos los pedidos le fueron denegados y en abril pasado las autoridades penitenciarias lo trasladaron al sanatorio privado de donde finalmente escapó, según explicaron.
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