Halley comentó que a mediados de septiembre y primeros días de octubre de 2019 otorgó en confianza a su amigo Samuel Sanguina Bareiro sus vehículos, en perfecto estado y funcionamiento, para la venta.
Agregó que Sanguina tenía que encargarse de la guarda y de ofrecer al público los automotores, a través de diferentes medios de comunicación, con otra persona, identificada como David Alberto Lezcano.
“El trabajo encomendado a Sanguina era el de guardar los vehículos y ponerlos a la venta, pero antes de comercializarlos tenía que comunicarse conmigo para los contratos y las transferencias, sin embargo, empezó a venderlos sin que yo me entere y en los contratos firmados falsificaba mi firma”, expresó Halley.
Comentó que siete coches de alta gama fueron desarmados para vender sus partes como repuestos y sin la anuencia del propietario. Dijo que se enteró de lo que estaba ocurriendo con sus vehículos cuando el 4 de abril Sanguina salió en una camioneta de su propiedad, una Jeep Wrangler, y colisionó contra una casa en el barrio Pa’i Ñu. Sanguina salió positivo al alcotest y está en prisión domiciliaria, refirió.
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