ARROYITO, departamento de Concepción (Aldo Rojas Cardozo, corresponsal). La culminación de la construcción de su casa ocupaba el tiempo del suboficial Edelio Morínigo durante sus días de vacaciones, en julio de 2014. El agente y su esposa –Elisa Ledesma– vivían en la casa de los padres de la mujer, no muy lejos de donde estaba casi terminada su vivienda que construía en el predio donde residen los progenitores del secuestrado, Apolonio y Obdulia.
Aquel día del hecho, como Edelio estaba libre de servicio, su cuñado, el tío de su esposa y otros vecinos lo invitaron a que fuera con ellos de cacería en los montes de la estancia María Auxiliadora, más conocida como Macchi Cue. El agente se sumó al grupo y salieron de Arroyito el sábado 5 de julio de 2014 antes del mediodía y llegaron poco después a la hacienda ubicada en Arroyo de Oro, una comunidad próxima a Arroyito.
Casi de inmediato se internaron en una zona boscosa y empezaron a caminar en busca de algún animal silvestre para cazarlo. La caminata se interrumpió porque los cazadores encontraron un sitio con agua que les impedía avanzar, entonces buscaron un lugar donde el cauce tenía menos anchura para pasar al otro lado.
Cuando apenas lograron su objetivo ya fueron sorprendidos por hombres y mujeres armados, quienes los obligaron a bajar sus armas, muchas de ellas caseras, y se detuvieran. Edelio intentó ocultar su arma reglamentaria, una pistola Glock que tenía el sello de la Policía Nacional. Fue en vano porque los hasta ese entonces desconocidos la hallaron y pudieron saber que en el grupo de cazadores estaba un policía. Los que estuvieron en el lugar alcanzaron a escuchar que uno de los hombres armados dijo: “Miren el regalo que nos llegó en el monte”, refiriéndose al arma y al policía.
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Luego de un largo interrogatorio individual a los cazadores, a quienes les tomaron hasta fotografías, anotaron sus nombres y la dirección de sus domicilios. Luego los captores se identificaron como integrantes del EPP. No muy lejos del lugar estaba Arlan Fick, quien había sido secuestrado el 2 de abril de 2014 y liberado el 25 de diciembre de ese mismo año.
Ya el sol empezaba a caer cuando los miembros del EPP les anunciaba que todos estaban liberados a excepción de Edelio Morínigo Florenciano. Los cazadores salieron del lugar y ya a la madrugada llegaron a sus casas. Hoy se cumplen seis años de aquel hecho.
Una sola vez, en octubre de 2014, los secuestradores enviaron una prueba de vida de Edelio, un video en el que se lo veía con la misma ropa que usaba el día en que fue raptado. El 11 de abril de 2018, el fiscal Federico Delfino y el entonces comandante del Comando de Defensa Interna, Héctor Grau, entregaron a la esposa y padres de Edelio una fotocopia donde se leía: “Restos de Edelio. Favor entregar a la familia”.
El escrito original fue encontrado el 7 de abril de 2018 en un campamento del grupo armado tras un enfrentamiento con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Informaciones
Desde aquel entonces, los familiares de Edelio piden a los secuestradores que den datos sobre su paradero. En más de una ocasión, la madre de Edelio imploró públicamente a los del EPP que les den informaciones para que sean encontrados aunque sea “sus huesos”.
En unas cuatro ocasiones, los padres, hermanos y tíos del agente plagiado realizaron la búsqueda en los montes e hicieron excavaciones en busca de los posibles restos del suboficial, pero ninguno terminó con éxito.
En la fecha
En recordación de la desaparición forzosa del policía, en la mañana de hoy, a las 9:00, será celebrada una misa en la casa de los padres del agente policial, ubicada en Lucero Cue, Arroyito, a unos 80 kilómetros al este de la ciudad de Concepción.
Manifestación
Mediante un comunicado, la familia Morínigo Florenciano informó que mañana se movilizarán frente a la Fiscalía General del Estado en Asunción. Alegan que hay un total desinterés de parte de la Fiscalía en el caso del policía secuestrado por el EPP y que es considerado por ese grupo como prisionero de guerra.
Asimismo, la madre del uniformado exige el esclarecimiento de la supuesta amenaza que recibió, y sindica a dos militares como los responsables del hecho.