La brasileña Celia Sturaro do Amaral, de 26 años de edad, quien estaba desaparecida desde el miércoles último, fue encontrada muerta el domingo de tarde en un sojal de la colonia Santa Lucía, en el distrito de Itakyry, departamento de Alto Paraná.
En principio, se creyó que podría haberse suicidado, a raíz de que estaba embarazada y aparentemente tenía problemas con su entorno por eso, pero esta teoría quedó descartada cuando fue encontrado a unos 50 metros del cadáver un revólver calibre 22 partido en dos.
Es decir, iba a ser imposible que la mujer se disparara y que después arrojara el arma.
Entonces, las presunciones apuntaron directamente a un feminicidio.
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Uno de los principales sospechosos señalado por la Policía era un hombre también brasileño, que aparentemente mantenía una relación con la víctima, pese a que es casado.
Sin embargo, la posibilidad de que se haya tratado de un asesinato a tiros también quedó desechada ayer con una autopsia que se hizo en la Morgue Judicial de Asunción.
El titular de dicha dependencia, el doctor Pablo Lemir, declaró que no se encontraron orificios de bala, pero que tampoco pudieron determinar hasta anoche la causa de deceso debido al estado de descomposición en el que fueron encontrados el cadáver de la mujer y el bebé que tenía adentro.
En la zona del hallazgo continúa la conmoción por el desenlace de la chica, quien, según la Policía, había regresado de Brasil y se reinstaló en Itakyry, aunque en una casa que alquilaba de manera independiente a la de sus demás familiares.
Agentes de Investigaciones y de Homicidios fueron involucrados en la pesquisa para tratar de determinar qué fue lo que ocurrió.
El Laboratorio Forense, seguramente, hoy podría tener algún avance en sus procedimientos para identificar el motivo del fallecimiento de la chica brasileña que vivía en Itakyry.
Todavía no fue identificada
Por otro lado, hasta ayer seguía sin ser identificada la mujer que fue descuartizada y sus restos encontrados hace una semana dentro de dos valijas arrojadas a un monte del municipio de Yguazú, departamento de Alto Paraná.
La misma Fiscalía había emitido al respecto una serie de boletines con la descripción física de la víctima, pero nadie se acercó a reclamar los restos.
Lo único que se sabe es que fue estrangulada hasta la muerte.
