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La sentencia fue dictada por el tribunal de sentencia presidido por Lourdes Peña e integrado por Gloria Hermosa y Claudia Criscioni, que declaró a Sosa culpable de los delitos de trata de personas y producción de documentos no auténticos.
En ocasión de presentar sus alegatos finales, las fiscalas Irma Llano y Silvana Otazú pidieron pena de 11 años para Sosa, mientras que el abogado querellante Alfredo Delgado pidió 12 años de cárcel para el mismo.
A su vez, la abogada Anahí Benítez solicitó la absolución de su defendido, por considerar que las pruebas presentada por la fiscalía eran insuficientes, pues carecían de medios técnicos como peritaje caligráfico, etc.
Sosa, quien se encuentra preso desde el 5 de mayo del 2015, seguirá recluido.
La acusación revela que tras entrar en confianza con promesas de sesiones fotográficas para tapa de la revista Zeta y de ingreso al mundo del modelaje, el hombre persuadía a las mujeres a tener relaciones sexuales con él e incluso las filmaba a escondidas. Posteriormente, entregaba un pagaré para que las chicas reclamen el pago correspondiente a la revista en un mes, ocasión en que eran informadas del fraude.