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Los cadáveres pertenecerían a dos hombres, que estaban atados de la cintura y enterrados a unos 50 centímetros de profundidad en un patio baldío.
En principio, la tarea de identificarlos se haría difícil, ya que los restos se encuentran en avanzado estado de descomposición.
Se cree que las víctimas fueron asesinadas a tiros y después llevadas al desolado sitio en donde fueron encontrados por un vecino que llevaba a pastar sus vacas.
Expertos en Criminalística levantaron algunas muestras para cotejar con los archivos de ADN. También se indagan las denuncias sobre personas desaparecidas efectuadas en las últimas semanas, para tratar de echar luz al caso.
Ambos cuerpos quedaron depositados en la Morgue Judicial de la capital.