Culpan a “polibandi” de la matanza entre narcos

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El convicto Miguel Ángel Martínez dijo ayer que el asesinato de tres de sus hijos es producto de una “traición” del “polibandi” Jaime Joel Ayala Benítez (30). Afirmó que el exagente está vinculado con los hermanos Céspedes Toledo, sus eternos rivales en el negocio de la droga.

CURUGUATY (Pablo Medina, corresponsal). El padre de Claudio (25), Ramón (20) y Julio (17) Martínez Añazco, acribillados el sábado último junto a Antonio Leandro Portillo (27) y Nicolás Caballero Zarza (16), en un centro de acopio de marihuana cercano a la colonia La Conquista de Itakyry, límite entre Alto Paraná y Canindeyú, obtuvo ayer un permiso especial de dos horas para asistir al sepelio de sus hijos. La orden fue dictada por el juez local José Benítez. El convicto cumple una condena en la cárcel de Oviedo por el asesinato de Milciades Céspedes Toledo, ocurrido en setiembre de 2012.

Martínez aclaró que sus tres hijos fueron reclutados por el expolicía Jaime Joel Ayala Benítez y el medio hermano de este, Adelio Adalberto Gómez Benítez, para llevarlos hacia Alto Paraná y trabajar en las plantaciones de marihuana. Admitió que conoció a los dos en la cárcel de Coronel Oviedo, de donde salieron recientemente tras recuperar su libertad.

Resaltó que el expolicía y Gómez Benítez trabajan directamente con Rubén y Fredy Céspedes Toledo, hermanos de Milciades, en el tráfico de drogas y calificó como una “traición” del expolicía, quien es concubino de su hija Mariza Martínez Añazco. Los hermanos Céspedes Toledo soportan orden de captura por el asesinato de otro hijo del convicto, Oscar Martínez Añazco, asesinado el pasado 21 de marzo.

Sin embargo, una fuente cercana al “clan” Céspedes Toledo asegura que estos no están vinculados a la matanza.

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