El doctor Antanas Mockus es uno de los disertantes del seminario internacional denominado “Seguridad y Convivencia Ciudadana: Prioridades para una Política de Estado en el Paraguay”. El evento tuvo lugar ayer en el hotel Sheraton de la capital y contó con la participación de autoridades del Ministerio del Interior y la Policía Nacional.
“A todos nos interesa que haya buena convivencia y las distintas sociedades van desarrollando sus sistemas para ello. Las sociedades elaboran leyes y generan un mecanismo para que estas se cumplan, que es la justicia. También existe la autorregulación moral, en la que cada persona es responsable de sus actos y desarrolla sus principios morales. Actuar según los principios morales genera satisfacción y hacerlo en contra, culpa”, expuso Mockus.
“Pero aparte de la ley y la moral está la cultura, que define los comportamientos aceptables y los que no lo son. Establece qué es válido y que no lo es en cada contexto. Cuando se logra que la ley sea cumplida, la cultura manda mensajes coherentes con su cumplimiento”, enfatizó.
Conducta individualista
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
El político y catedrático colombiano destacó al comparar la situación en Asunción con ocho ciudades latinoamericanas. Indicó que aquí existe un nivel muy alto de participación ciudadana en actividades culturales y deportivas para distintos fines locales. Sin embargo, hay una alta sensibilidad hacia las multas y sanciones, sobretodo cuando afecta a los otros y no al individuo mismo.
“Es mucho más débil que otras ciudades reconocer que el otro se regula internamente. Es como decir que cada habitante de Asunción se siente un mayor de edad atrapado entre menores. Es como si la gente quisiera mano firme, pero para los demás”, indicó.
Mockus afirmó que el automóvil en particular es usado mucho más aquí en relación al promedio de otras ciudades latinoamericanas.
“En un primer estadio moral solo considera valiosa la vida de su familia; la muerte del desconocido le importa nada. Hay una tendencia a que esto cambie a través de la educación, el arte, las religiones. La gente aprende a valorar la vida del desconocido”, afirmó.
“En Asunción hay gente que es capaz de corregir al motociclista que va sin casco. Cada ciudadano puede contribuir para mejorar la conducta del otro”, valoró.
