“Tenemos más de 100 trabajadores que se ganan su platita y a la vez pueden mantener a sus familias. La venta se hace de diferentes formas, inclusive tuvimos el apoyo de un juez que nos habilitó una feria en el palacio de Justicia y vendimos por G. 24 millones en 15 días. Los muchachos están supercontentos y esto nos está permitiendo mostrar a la gente que hay otras formas de vida honesta y responsable y a la vez mantener a su familia”, indicó.
El religioso recordó que participaron con gran éxito en la feria de Mariano Roque Alonso y ahora buscan un lugar en la expoferia de Luque.
“Más que donaciones, necesitamos personas que puedan tener interés de acompañar este proyecto para que la gente se profesionalice en lo que hace y tenga también un mercado para colocar los productos que se realiza en este lugar”, resaltó.
Por su parte, el boliviano Óscar Aiza, dueño de una mueblería en Cochabamba, Bolivia, preso hace 1 año y medio por tráfico de drogas, abogó por contar con máquinas modernas. Él utiliza un galpón del sector para elaborar mesas, sillas y cómodas, a la par que enseña el oficio.
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