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Los fiscales Igor Cáceres y Luis Piñánez sostienen que Osorio Romero y su esposa Da Rosa Franco, tuvieron un aumento desmedido de sus bienes, muy superior a sus legítimas posibilidades. El Ministerio Público tuvo en cuenta que el suboficial tiene un salario que apenas llega a los G. 7 millones y su esposa no tiene trabajo estable.
Sin embargo, han adquirido, por lo menos, siete costosos vehículos y además poseen dos inmuebles en San Bernardino.
Por ejemplo, la mujer, quien fue imputada por lavado de dinero, adquirió el 30 de noviembre de 2013 un Toyota Hilux modelo 2014 por US$ 49.140, un Mitsubishi Tritón 2011 por US$ 36.800, un Audi Q7 del año 2014 por US$ 120.000.
También, la pareja y sus hijos han realizado numerosos viajes al extranjero; han usufructuado hoteles, han realizado gastos que exceden las posibilidades del matrimonio, y además pagan el seguro de los vehículos.
Los fiscales solicitan al juez Humberto Otazú (quien debe fijar fecha de imposición de medidas), la prisión preventiva de Osorio Romero y medidas alternativas para Da Rosa Franco. El enriquecimiento ilícito se castiga con hasta 10 años de prisión y el lavado tiene una expectativa de hasta 5 años.
Osorio ya está procesado por estafa por el fraude con los vales de combustibles de la Policía Nacional. Tiene arresto domiciliario.