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El suboficial Edelio Morínigo Florenciano prestaba servicio en el puesto policial del asentamiento campesino Núcleo 3 de Arroyito, en el distrito de Horqueta, departamento de Concepción,
El 5 de julio de 2014, Morínigo salió a cazar acompañado de su tío político Pascual Ledesma Bazán, Ramón Froilán Mendoza Silva, Ignacio Acosta Colmán y Leonardo Acosta Colmán.
También integraron el grupo Raimundo Trinidad Sosa, alias Chiquito, Arnaldo Díaz Espínola y su cuñado Santiago Ledesma Colmán.
El grupo ingresó a cazar en un bosque de la estancia conocida como “Macchi Cue” y ahí fueron sorprendidos por los secuestradores del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo.
Casi dos meses antes fue secuestrado Arlan Fick Bremm, de 16 años, en su casa de la colonia Paso Tuyá, específicamente en la noche del 2 de abril.
El 22 de octubre de ese año, los captores difundieron un vídeo de prueba de vida, en el que se lo veía a Edelio con su entonces compañero de cautiverio Arlan Fick.
Arlan fue liberado el 25 de diciembre de 2014.
Su familia pagó 500.000 dólares en efectivo y entregó víveres por valor de 50.000 dólares.
Elisa Ledesma, esposa de Edelio Morínigo, había relatado a ABC que la última vez que supieron algo de Edelio fue el 26 de diciembre de 2014 cuando habló con Arlan Fick y este le había informado que hasta el 23 de diciembre de 2014 estuvieron juntos en el campamento del EPP.
Desde entonces nada se sabe de Edelio.
En algún momento del secuestro el planteo de los secuestradores fue el de intercambiar a Edelio con miembros del EPP que están detenidos, pero esa posibilidad ni siquiera fue estudiada.
En medio del cautiverio fue secuestrado el colono menonita Abrahan Fehr, el pasado 8 de agosto en Tacuatí, San Pedro.
Los criminales exigieron a la familia de Abrahán 500.000 dólares en efectivo por su liberación, a lo que el padre y los hermanos del menonita respondieron en una conferencia de prensa que no tienen y que tampoco podrían conseguir el dinero, justamente a causa de la crítica situación financiera por la que atraviesan en la zona
Mientras la ciudadanía ya se acostumbra a este tipo de hechos que eran propios de otros países como Colombia y las autoridades se mantienen impasible.