Sentimiento de ira pudo ser causa de supuesto parricidio, dice jefe policial

Los indicios encontrados por los investigadores en la casa donde fueron enterrados un comerciante español y su esposa tras ser asesinados apuntan como responsable del doble crimen al hijo del matrimonio. Según la pesquisa, el presunto parricida, quien padece de trastornos mentales, mató a sus padres cegado por un sentimiento de ira que acumuló a causa del dominio que estos ejercían sobre él.

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“Hicimos una inspección en la casa de las víctimas, donde encontramos un martillo con características que corresponden a las heridas que presentaban las víctimas; también hallamos algunas prendas manchadas con sangre, que pertenecen al hijo. Todos estos indicios apuntan a que el sospechoso tuvo participación directa en el doble asesinato”, detalló ayer el jefe de Homicidios de la Policía, comisario César Silguero.

Los indicios apuntan a que el crimen del comerciante español José Blanco Rey (73) y su esposa paraguaya María Teresa Villagra (68) fue perpetrado entre la noche del viernes y la madrugada del sábado por el hijo de la pareja, Carlos David Blanco Villagra (37).

“El viernes la señora atendió una llamada telefónica y después ya no recibió ninguna más”, indicó Silguero.

De acuerdo a las pistas manejadas en la pesquisa, a cargo de la fiscala Raquel Brítez y agentes de Homicidios y Criminalística, el presunto victimario sorprendió y atacó a su padre, a quien golpeó con el martillo mientras dormía en la habitación matrimonial, que está en la planta alta de la vivienda ubicada en la calle Cassanello N° 1553 del barrio San Vicente de Asunción.

Los golpes despertaron a la madre, quien corrió a refugiarse en una pieza contigua. Pero el homicida la alcanzó y la mató a martillazos, a pesar de que opuso una tenaz resistencia.

Posteriormente, el sindicado intentó ocultar los cadáveres y los enterró en una fosa que cavó en el patio hasta que el martes, cerca de las 19:30, dos pintores que aparecieron por la casa para efectuar unos trabajos encomendados por Blanco se percataron de la escena y alertaron a los vecinos.

“Chico grande”

El jefe policial resaltó que los padres ejercían un fuerte control sobre las acciones de su hijo, a quien lo tenían como un “chico grande”.

“Mantenían diferencias con el hijo porque ellos le tenían como un ‘chico grande’, que le manejaban en la casa. A veces le retaban y él dependía mucho de sus padres. Además estaba bajo un tratamiento siquiátrico y con medicación”, explicó Silguero.

“Se habla de que el padre quería se le interne en el Hospital Neurosiquiátrico, pero la madre se oponía. Eso pudo haber motivado un sentimiento de rabia hacia sus padres, que lo llevó a cometer el crimen”, apuntó.

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