El diagnóstico oportuno y certero tiene una implicancia terapéutica, ya que mientras más rápida sea tratada la llaga, se notarán las mejorías en el tratamiento, teniendo en cuenta que las úlceras pueden aparecer en otras zonas del cuerpo.
El Prof. Dr. Ricardo Iramain, jefe del Departamento de Emergencias Pediátricas de Clínicas, explicó sobre la relevancia de la presencia de estas llagas, debido a que mientras más aparezcan en la zona bucal, es frecuente que los niños se nieguen a querer ingerir alimentos sólidos o líquidos, lo cual puede causar una deshidratación.
Comentó que el tratamiento para la “gingivoestomatitis herpética” se puede aplicar mediante la utilización de tópicos como geles que son puestos en la mucosa bucal, así también vía oral con antibióticos como lo es el aciclovir, durante 5 a 7 días. Mientras que el niño tenga úlceras en la boca se deben evitar alimentos irritantes, como los cítricos o ácidos y las bebidas calientes.
