Diego Pedrozo, miembro de la iglesia, explicó que la actividad se hace tres veces al año como parte de un plan de ayuda social y para aportar algo a la comunidad.
“Hemos aprendido que por cada volumen de sangre que donamos podemos salvar la vida de tres personas, y para nosotros es algo bastante loable. Esperamos bendecir la vida de tres personas por cada volumen de sangre que donamos. Invitamos a todos los miembros de la iglesia y vecinos de la comunidad y personas allegadas a que puedan hacer lo mismo, y pensar que alguna vez también nosotros podemos necesitarlo”, dijo.
El licenciado Jorge Ortega, miembros del Centro Nacional de Servicio de Sangre (CENSSA), apuntó que la ciudadanía puede seguir donando sangre en las sedes del CENSSA, y agradeció a la iglesia por la campaña. “Recibimos muchos donantes voluntarios que salvarán muchas vidas”, refirió.
