SAN JUAN BAUTISTA, Misiones. (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). El sacerdote Pedro Olmedo, párroco de Nuestra Señora de la Asunción de esta ciudad, señaló que, para el pueblo cristiano y la Iglesia católica, la Navidad es una fiesta muy significativa porque se recuerda el nacimiento de Jesús el Salvador. “Es el misterio grande de nuestra fe, porque Dios se hizo hombre en la persona de Jesús y de esa manera Dios abrazó nuestras miserias para rescatarnos del poder del pecado y del mal”, explicó.
El padre Olmedo dijo que Dios envió a su hijo para salvar a la humanidad, por eso Jesús es el redentor, “porque nos redime de nuestros pecados y nos devuelve esa dignidad que hemos perdido a causa del pecado”, enfatizó, al tiempo de señalar que por eso es importante la Navidad para todas las naciones del mundo.
Señaló que Dios se hizo niño en una persona humana que es Jesús y, de esta manera, se une la naturaleza divina y humana. “Dios eterno se hizo hombre y si le quitamos y dejamos de lado al Niño Jesús, la Navidad se convierte en una fiesta pagana”, apuntó el padre Olmedo.
Añadió que con la encarnación del hijo de Dios, la humanidad recobra su divinidad, “porque de hecho fuimos creados a imagen y semejanza de Dios”.
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Vivir con espiritualidad
Según el padre Olmedo, el cristiano tiene que vivir la Navidad con una espiritualidad, un cambio interior y, sobre todo, pasar en familia para dar sentido a la Navidad que es el nacimiento del Salvador.
Señaló que la humanidad pasa por un tiempo difícil en la actualidad, porque se vive en el mundo donde prima lo económico y el comercio. “Ante esta realidad estamos llamados a volver a la fuente, recuperar el sentido de la Navidad y preparar nuestros corazones para que Jesús pueda volver a nacer en nuestras vidas, en la familia”, remarcó.
No preocuparse por la comida
El padre Olmedo exhortó que en Paraguay se tiene que recuperar el encuentro familiar, entorno al Niño Dios y con una profunda fe cristiana. Es una forma de superar el paganismo, indicó el sacerdote. “No debemos preocuparnos tanto en el encuentro, la comida ni las bebidas, sino ayudarnos a crecer como persona con base en el diálogo y la comprensión”, señaló el párroco.
Reiteró que si le quitamos al Niño Dios del centro de esta fecha, la Navidad se vuelve una fiesta pagana.
