Bajar de peso es una de las promesas más usuales que se hacen miles de personas en el año que comienza, pero ¿cuántos llegan a cumplirla? ¿falla la voluntad? “El problema está en la dieta restrictiva, no en la fuerza de voluntad”, apunta la nutricionista Camila Sosa.
Hay personas que han cumplido dietas al pie de la letra, pero vuelven a engordar; otras no logran bajar más que gramos, otras olvidan pronto su promesa y engordan más. Por el otro lado, también hay gente a la que socialmente se idealiza porque es flaca, aunque tal vez también sufra de alguna enfermedad o trastorno de alimentación. “La sociedad nos hace creer que todos buscamos bajar de peso, casi idolatramos la delgadez. Sin embargo, estar delgado no significa estar sano. Como profesionales de la salud y la actividad física tenemos la responsabilidad de no enfocarnos en el peso de la persona todo el tiempo”, dice Camila Sosa, de Avviva Body Mind Studio; ella es coaching nutricional (ICS Uruguay), con abordaje en la No Dieta (Bs.As. ARG.) y mindfulness eating.
-Nos decías que la fuerza de voluntad no es el problema.
-Muchas personas son admirables por su esfuerzo, algunas se sometieron incluso a dietas, medidas y actividad física extremas. Con todo eso siguen creyendo que les falta fuerza de voluntad, pero el problema radica en las dietas restrictivas, no en la persona.
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-Una clásica verdad: “Hago todo bien y no bajo nada”.
-El error más común es ir al extremo, hacer la famosa despedida para iniciar la dieta el lunes. Así entramos en un ciclo eterno que nos lleva a la frustración y daños físicos: “dieta, atracón, dieta, atracón, dieta”. Los monólogos cómplices nos juegan en contra, por ej.: “comeré todo hoy domingo y mañana empiezo” “nadie se cuida en esta época”, etc.
-¿Son peligrosas las dietas que salen en internet o copiar las que hacen otras personas?
-Las dietas de moda, además de no ser personalizadas ni tener en cuenta los gustos de la persona (esto deriva en creer que comer bien es sufrir, incluir alimentos caros y difíciles de encontrar), dañan la relación con tu cuerpo, te desconectan de tu instinto y hacen que algo necesario para vivir, compartir y disfrutar se convierta en una verdadera tortura, además de ser uno de los principales predisponentes a desarrollar trastornos de la alimentación.
-¿Es posible, teniendo sobrepeso, aprender a comer lo que nos gusta y conviene a la vez?
-Una de las normas de la no dieta nos habla del ambiente seguro: comprar lo justo, cocinar lo justo, servir lo justo. Intenta no llevar la fuente de comida a la mesa, sino de llevar el plato servido, date el gusto, pero sin abusar, total mañana podés comer lo mismo, no es la última vez.
-¿Cuándo debemos empezar a preocuparnos por los kilos de más?
-La alimentación equilibrada y la actividad física te llevarán a la prevención de un trastorno del peso corporal. No llegues al punto de depender de alguien para atar tus cordones, de agitarte al subir escaleras, de necesitar aire todo el día, de comprar ropas cada vez más grandes.
-¿Cómo logramos, estando a dieta, sentirnos bien con los cambios que va teniendo nuestro cuerpo?
-Es importante que cuando una persona inicia un proceso de descenso de peso, lo acompañe con terapia psicológica, para ir aceptando y adaptándose a los nuevos cambios, actividad física placentera, que le lleven a conocerse; y, de nuevo, los profesionales somos responsables de acompañar este proceso de manera correcta, cuidando la salud desde un abordaje integral.
-Muchas veces una motivación (un casamiento, querer tener un bebé, irnos a la playa) nos impulsa exitosamente para bajar de peso en poco tiempo y así sentirnos mejor con nuestro “molde”.
-Siempre buscamos una motivación a corto plazo primero y después a largo plazo. La belleza física es un reflejo de lo que hay dentro, de la salud. Cuando mejoran los hábitos y vemos y sentimos los cambios, aprendemos a valorarnos por muchas más cosas que por la forma de nuestro cuerpo.
La No Dieta
“La No Dieta es un estilo de vida, un abordaje que te empodera a la hora de cambiar tus hábitos, vos podés elegir qué comer, no necesito imponerte”, explica Camila Sosa, especialista también en nutrición durante el embarazo y asesora de lactancia materna. Dice además que se trata de reaprender nuestro origen, sobre nuestra capacidad de cuidarnos y hacer elecciones saludables. Dejar a un lado la balanza y trabajar los hábitos, disfrutando la comida, cuidando la salud emocional y social de la persona y no solo su peso. Este método fue creado por la Dra. Mónica Katz (argentina), de quien rescatamos un par de frases: “Hay que legalizar el placer de comer”, “La Autoestima es más importante que el sobrepeso. El peso es solo un número en la balanza”.
-¿La no dieta está recomendada para cualquier edad?
-Es para toda la familia, eso es lo más lindo y lo más real, lo que hace que sea sostenible.
-Con este método, si nos gusta comer milanesas con papas fritas, podemos.
-Así mismo, comer de todo en la medida justa. No restringir, porque al acumular el deseo, las ganas por lo prohibido aumentan, y no es algo psicológico sino físico, hay hormonas involucradas y estas nos lleva a comer en exceso una vez que nos enfrentamos a lo “prohibido”.
-Como efecto de la no dieta, ¿nos vamos volviendo selectivos con los alimentos?
-Te va conectando con tu cuerpo, sus necesidades, qué te hace bien, qué te cae mal, tus horarios, tu reloj biológico.
-Si logramos, entonces, nuestro peso normal o ideal, ¿es posible mantenerlo en el tiempo y solos?
-Es un cambio para toda la vida, pero en ciertas etapas es importante retomar el acompañamiento profesional o, en lo posible, no dejarlo.
