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El gerente comercial de Copalsa, Walter Rojas, indicó que a dicho efecto la firma ya inició la construcción de un desvío de dicho líquido hacia la planta de tratamiento. También explicó que la empresa cuenta con todos los requerimientos de mitigación solicitados por la Secretaría del Ambiente (Seam). Y añadió que durante el último incendio que sufrió Copalsa, el pasado lunes, uno de los caños que conducen a la planta de tratamiento tuvo una fuga y los desechos se filtraron al desagüe pluvial y fueron a parar hasta el arroyo. Pero ellos recién se percataron de este hecho tras la denuncia realizada por los vecinos.
Rojas explicó que el color rojo intenso que tiene el arroyo fue producto de un colorante utilizado para la elaboración de frutas abrillantadas y confites no tóxicos.
Seam no controla
El intendente de San Lorenzo, Albino Ferrer, no presentó su plan de gestión ambiental. El plazo ya feneció, pero la Seam le regala otros 45 días para que lo haga. Mientras tanto, la ciudad sigue sin desagüe cloacal y la contaminación tomando los cauces hídricos. Si bien el líquido que tiñó de rojo el arroyo Tayazuapé no fue por derrame de un producto tóxico, los vecinos se quejan desde hace tiempo del basural que arrastran sus aguas en cada lluvia, acompañado de un nauseabundo olor que se dispersa por el barrio.