Buscan instalar la economía verde en desarrollo del país

La economía verde, basada en la producción amigable con el ambiente y la inclusión social, será impulsada en el país en proyectos a cargo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El “green commodity” se pretende desarrollar como clave en este proceso. Se destinarán aproximadamente US$ 30 millones para estos ambiciosos proyectos.

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Nuestro país es uno de los pocos elegidos para la implementación del modelo de economía verde, apoyado por el PNUD, indicó Gonzalo Pizarro, asesor en temas de pobreza, objetivos de desarrollo del milenio y desarrollo humano, proveniente del Centro regional del PNUD para América Latina y el Caribe.

La puesta en vigencia de este modelo de desarrollo implica la necesidad de lograr una producción baja en emisiones de dióxido de carbono (CO2), sin contaminación ni mucho menos polución (impacto como consecuencia de la contaminación).

Otro condicionante de la economía verde es el desarrollo de cualquier actividad en forma amigable con la naturaleza, cuidando los recursos naturales y reduciendo los impactos a los ecosistemas (conjunto de seres vivos de un ambiente).

Pizarro se encuentra en el país para la implementación de los proyectos vinculados con la puesta en marcha del modelo de economía verde (del desarrollo sostenible), cuyos pilares son: lo ambiental, lo social y lo económico.

El experto se reunió ayer con periodistas de diferentes medios, en el marco de un conversatorio, en el salón El Mangal del Villa Morra Suites. Le acompañó Eduardo Allende, también del PNUD en Paraguay.

El consultor para la región indicó que el objetivo es vincular acciones tendientes a dar soluciones a problemas de pobreza, ambiente e inclusión social.

Allende dijo que en el marco de estos proyectos que se implementarán en Tava’i, se analizarán la necesidad de un ajuste del marco normativo ambiental del país, así como incentivos para mejores prácticas de economía verde, con participación conjunta entre el sector público y el privado.

El proyecto Tava’i demandará una inversión de US$ 1,4 millones y el “green commodity” (mercancía verde), US$ 28,8 millones.

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