“Las médicas Sofía Oviedo y Olga Cañete, condenadas por la justicia por la muerte de mi madre, evitan dar detalles del caso por el cual deberán ir a prisión. No les dicen a sus colegas que mi madre ingresó sana, para consultar un leve dolor en la zona del abdomen. Los análisis y las inspecciones que se le realizaron en la consulta y que constan por escrito muestran que mi madre estaba bien cuando fue al Hospital de la Fundación Tesãi. Ella comenzó a ponerse mal cuando le aplicaron Dolgenal, para reducir el dolor, pero le dieron una dosis tres veces superior a la recomendada para un adulto”, comentó Segovia.
Agregó que ninguno de los médicos que hoy promueve protestas conoce lo que sucedió realmente. “Mi madre tenía solo 51 años y era el alma de la familia. Por la negligencia de dos personas ella ya no está”, manifestó.
Agregó que los médicos acusan a la familia de buscar una millonaria indemnización, lo que es mentira. “Hace 6 años que peleamos por la memoria de mi madre. Dicen que buscamos una reparación de US$ 4 millones, pero la cifra la deberá definir la justicia. Calculamos que el monto no superará los G. 1.000 millones, dinero que será donado a una entidad de beneficencia”, dijo.
