La comunidad judía celebra el año nuevo 5777

Con la primera estrella de ayer, la comunidad judía comenzó a festejar Rosh Hashaná (“cabeza de año”) y recibirá el 5777. La festividad comienza el 1º de Tishrei, que es el primer día del año judío, y evoca la creación de Adán y Eva, quienes fueron el primer hombre y la primera mujer. Las familias se reúnen para festejar y revisar sus orígenes. El rabino Julián Vainstein, de la Comunidad Judía del Paraguay, comparte la siguiente reflexión por este acontecimiento:

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“Rosh Hashaná es el comienzo del año, fecha en la cual celebramos un nuevo aniversario de la Creación del universo. Desde el instante en que el ser humano, hombre y mujer han sido creados, desde ese mismo momento el tiempo comienza a ser valorado, tiene un sentido. Y nosotros con nuestro actuar cotidianos le damos valor a nuestro tiempo vivido.

Desde el atardecer de ayer los judíos de todo el mundo estamos celebrando el inicio del año 5777, festividad que se extiende por dos días.

Rosh Hashana marca el comienzo de un período muy especial en el calendario judío, según nuestra tradición a partir del primero de Tishrei (primer mes del año) Di-s inicia un juicio sobre cada ser humano y ha de decidir según nuestro accionar en el año transcurrido, cuál ha de ser nuestro veredicto para el año que se inicia. Dicho juicio culmina luego de diez días, con la celebración de Iom Kipur (Día del Perdón).

Evaluación

Rosh Hashana más allá de festejar el comienzo de un nuevo año nos invita a reflexionar, a evaluar, a realizar una introspección sobre lo actuado en el año que pasó, en hebreo a esta tarea la llamamos “din vejeshbón hanefesh”. Este ejercicio nos brinda la posibilidad de realizar “Teshuvá” arrepentirnos de nuestros errores y reencaminarnos hacia la senda correcta, de corregir nuestras faltas, de reparar heridas, de intentar ser mejores seres humanos.

Uno de los símbolos más representativos de Rosh Hashaná es el shofar, este particular y sobrecogedor cuerno de carnero, con su agudo sonido, como interpreta el rabino y filósofo judío español de la Edad Media Maimónides, nos llama a despertarnos de nuestro letargo espiritual, de nuestra apatía producto de la rutina “despierten los sumidos en el sueño”. El shofar nos grita que cambiemos, que nos arrepintamos, que miremos a nuestro interior y a nuestro alrededor.

Misericordia

Los diez días de arrepentimiento que van desde Rosh Hashana a Iom Kipur nos llaman a un crecimiento espiritual, donde la sinagoga cobra un espacio central en esta gimnasia espiritual, las liturgias nos incentivan a ejercitar tres prácticas y que por intermedio de ellas Di-s nos juzgará con misericordia y atenuará nuestro veredicto inicial. La primera de ellas la Teshuvá, de la ya hablamos, la segunda la plegaria, en la búsqueda de Di-s sin dudas nos encontraremos a nosotros mismos y la tercera es la Tzedaka, la justicia social, ayudar a los necesitados, preocuparse y ocuparse de nuestros semejantes.

Los festejos continúan en los hogares, las familias se reúnen las dos noches festivas alrededor de la mesa especialmente preparada para la ocasión con distintos alimentos simbólicos, los cuales varían según los orígenes étnicos (ashkenazim o sefaradim). Pero en todas las mesas encontraremos, manzana con miel deseándonos un año bueno y dulce, una cabeza de pescado la cual representa y augurando que siempre seamos cabeza y no cola, que siempre estemos en la delantera, con iniciativas, que estemos a la vanguardia; otro de los alimentos típicos es la granada, sus semillas simbolizan los preceptos y las buenas acciones, que adquiramos muchas en este año. Y en toda mesa festiva acostumbramos tener una jala (pan) durante todo el año es trenzada pero para Rosh Hashana es redonda y dulce para que nuestro año sea circular, sin obstáculos y a la vez simula una corona, representando que en Rosh Hashana volvemos a coronar a Di-s como nuestro Rey.

Llamado a la justicia

Volviendo al shofar, que en el pentateuco se conoce a esta festividad como el Día del Toque del Shofar, con su poderoso conjunto de sonidos pueden llamarnos a vivir los deseos y aspiraciones más profundos de la tradición judía. Es un llamado a la justicia que nos une a generaciones anteriores y nos conecta con una visión para toda la humanidad.

Les deseo Shana Tova umetuka, un año bueno y dulce y por sobre todas las cosas un año muy fructífero con mucha felicidad y paz para ustedes y vuestras familias, para todo el Paraguay y en cada rincón del mundo.

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