En el Centro de Convenciones Mariscal, más de 600 participantes siguieron de cerca las clases en vivo en el segundo día de clases. A través de las pantallas del sistema cerrado de televisión instalado en el lugar no se perdieron ningún detalle de las deliciosas propuestas gastronómicas.
Al ingresar al local del encuentro, los asistentes recibieron una carpeta con los recetarios del día, hojas y bolígrafo para tomar nota de los comentarios y secretos culinarios.
En el segundo día de los cursillos participó Beto Álvarez, chef colombiano de reconocida trayectoria en nuestro medio. Asimismo, habló de mitos de las hormonas el veterinario Rodrigo Acuña, auspiciado por Pechugón. Virginia Brizuela de Benítez, presidenta de Universal Import, enseñó sobre decoración de árboles, coronas y mesas navideñas.
La Prof. Myriam Vera preparó involtino de berenjena a la caponata, rosca rellena de carne, jamón y huevo, sorpresitas de atún con morrones y aceitunas negras y pavita a las hierbas.
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Luego, Beto Álvarez –chef del restaurante Sin Reservas– sugirió unos buñuelos para diez personas. Freddy Almirón, chef de Lactolanda, enseñó paso a paso cómo preparar una torta tres leches.
Cada día hay cinco clases, desde las 16:30 hasta las 21:00, con un receso de 15 minutos entre clase y clase para recorrer los estands y saborear una variedad de recetas. Además de aprender a cocinar con los mejores chefs y profesores, los concurrentes se llevan regalos, hacen degustaciones y con su entrada participan cada noche de los sorteos de los premios de los auspiciantes y también de todos los platos que se cocinan en el escenario.
Todos los maestros cocineros están auspiciados por las marcas que participan en los cursillos con un estand, en donde hacen degustación de sus productos y tienen regalos para los asistentes.
Los Cursillos de Navidad se hicieron por primera vez en el 2012, por iniciativa del director de nuestro diario, Aldo Zuccolillo. El objetivo es crear un espacio donde las amas de casa pudieran aprender a preparar ricos platos para las fiestas de fin de año. A siete años del inicio de los primeros cursillos, ya son una tradición.
