Efectivos militares de las tres armas, así como de la Policía Nacional también estuvieron en el acto, al igual que los capellanes de las unidades militares, quienes trabajarán con Martínez en la labor pastoral. El vicepresidente Federico Franco y su esposa, al igual que el gobernador José “Pakova” Ledesma fueron otros presentes en la ceremonia que duró dos horas y 15 minutos.
La misa comenzó bajo la presidencia del representante del Papa. Luego de la prédica, Martínez fue puesto en posesión por Ariotti, quien le entregó los símbolos de su investidura, entre ellos el báculo. Una vez en su cátedra, el obispo castrense continuó la misa.
En su homilía, Ariotti destacó la misión que tendrá el nuevo pastor y le pidió que sea fiel a la Iglesia de Cristo.
Advirtió que en la historia de Israel, como en la primitiva comunidad apostólica y en la Iglesia de hoy, aparecen algunos buenos pastores, pero también abundan los malos, los descuidados, los que manipulan al pueblo y utilizan al rebaño de Israel para su propio provecho.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Seguidamente, Ariotti comentó a los presentes una confidencia e indicó que a dos años y tres meses que está en Paraguay, la gente le pregunta qué piensa del país. “Y yo, que soy un poquito diplomático, pero quiero ser más un buen pastor que ama la verdad, ahora les confío: ¡Sí¡ me encantan las tradiciones y las costumbres del pueblo paraguayo. Me encantan la fe y la tenacidad de este pueblo tan sufrido, pero no cuando escucho las palabras duras, las ofensas de los que tienen responsabilidad social ¿Por qué tanto rencor, tanto actuar con maldad, robos, violencias. Por qué actuar tan mal, casi con odio y tan poco deseo de reconciliación y de fraternidad? Todos somos ovejas y ¿por qué en Paraguay se ponen tanto unos contra otros?”, indicó.
El nuncio pidió a los presentes ser testigos de Jesús, de darlo a conocer, de comprometernos con Él y con su Reino de justicia y de honestidad, de paz y buena voluntad, de amor y caridad. “En este sentido, la evangelización presenta también la urgencia de promover integralmente la dignidad del hombre, ayudarlo a transformar las situaciones y estructuras injustas que violan esa dignidad”, remarcó. Agregó que a los cristianos pueden faltar recursos, medios, cualquier cosa menos esperanza.
Resaltó que en cualquier situación social, política o económica se debe luchar por mostrar la presencia de Dios en el mundo, que hace crecer lo humano cuando acepta que el hombre es imagen de Dios. Por eso, con una firme conciencia cristiana, debemos ser promotores de una caridad generosa, capaces de compartir los bienes, los trabajos y hasta la vida con los necesitados, con los que no tienen trabajo, los enfermos, y ser defensores de los derechos de todos.
Finalmente pidió a Mons. Martínez trabajar en los establecimientos castrenses y policiales por la conversión del corazón, que lleva al compromiso de resistir a la violencia, al terrorismo y a promover la paz.
General o almirante
Además del título de obispo castrense, Mons. Adalberto Martínez, por el convenio que existe entre la Santa Sede y el Gobierno, inmediatamente tendrá las máximas jerarquías castrenses y policiales. Es decir, será general o su equivalente almirante, y para las fuerzas policiales, comisario principal.
Monseñor Martínez, de 60 años, es el tercer obispo de la diócesis luego de que dejara de ser vicaría castrense. El primero fue Mons. Cuquejo, y luego estuvo Mons. Ricardo Valenzuela.
Prometió acompañar defensa del patrimonio
Al término de la misa, Mons. Adalberto Martínez agradeció a todos los presentes e indicó que acompañará a los militares y efectivos policiales en la sagrada misión de defender el patrimonio nacional, la seguridad pública y velar por el bienestar del pueblo paraguayo.
En otro momento, sostuvo que al saber que el Papa le llamaba a otra misión, aceptó gustoso el desafío, pero luego empezó a tener temor, pero como el amor vence al temor, asumió el compromiso de ser el servidor de Dios en la Iglesia. Explicó que era consciente de sus debilidades e invitó a sus presbíteros a que le acompañen a vivir las virtudes teologales.
Por otra parte, agradeció igualmente al presidente Fernando Lugo, porque gracias a su buena predisposición se pudo cumplir el convenio que hay con la Santa Sede y que establece un acuerdo para la misión pastoral. Se comprometió a trabajar para que el evangelio permee en las unidades castrenses, policiales y en la sociedad, y se instauren el bien común y la paz social.
Entre los presentes también estaba un grupo de sampedranos, quienes llegaron desde el Segundo departamento para despedir a su “ex obispo”. También estuvieron sus familiares, como su madre Esmeralda Flores y algunos de sus hermanos. Otro momento emotivo fue cuando el arzobispo Mons. Pastor Cuquejo se comunicó por celular con Mons. Martínez y los fieles anunciándoles que estaba orando por la celebración. La misa estuvo muy bien animada por el coro de la Policía Nacional.
