A diario se escucha a los jóvenes y a los sectores juveniles organizados manifestar su deseo de acceder a una fuente de trabajo. El clamor se acrecienta en comunicados y manifiestos que salen a luz y se asocian a los grandes acontecimientos, como el Día de la Juventud, o luego de grandes eventos juveniles, jornadas o peregrinaciones.
Los políticos tampoco quedan atrás a la hora de seducir a los jóvenes para que voten por ellos; y no dudan en ofrecer en sus programas fuentes de trabajo y mejores oportunidades de vida a un sector que si se decide participar, fácilmente puede imponer a los candidatos de su agrado.
Según los datos de la DGEEC, nuestro país tiene un gran potencial juvenil que espera acceder a mejores condiciones de vida a través de un trabajo digno. De la población total del Paraguay, que asciende a 6.491.714, se calcula que 1.799.257 son jóvenes de 15 a 29 años. De esta cifra, 897.407 son varones y 901.850 mujeres.
La población económicamente activa (PEA), en cambio, totaliza 1.151.224 disponibles para el trabajo, mientras que la población económica inactiva (PEI) asciende a 648.033 jóvenes.
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En el margen de edad, de 15 a 29 se tiene una población ocupada de 1.028.947 y 122.277 son desempleados abiertos. Cerca de este sector están los subocupados, que totalizan 341.514 y se dividen en subocupados visibles e invisibles. Los subocupados visibles suman 51.706 jóvenes. Se refiere a las personas ocupadas que trabajan menos de un total de 30 horas por semana en su ocupación principal y en sus otras tareas (si tienen), que desean trabajar más horas por semana y están disponibles para hacerlo.
Finalmente, están los subocupados invisibles que constituyen un buen margen y totalizan 289.808 jóvenes. Se refiere a las personas ocupadas que trabajan un total de 30 horas o más por semana en su puesto laboral.