Postura “parcialista” de Livieres genera malestar entre los laicos

CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Los laicos de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, quienes prefirieron el anonimato, dijeron estar molestos por la férrea defensa del obispo de Ciudad del Este, Rogelio Livieres Plano, al sacerdote argentino y vicario general, Carlos Urrutigoity, acusado de comportamiento homosexual y abusos en Argentina y Estados Unidos.

Los afectados señalaron que llama la atención la postura de Livieres hacia Urrutigoity, teniendo en cuenta que es totalmente contraria a la actitud que tomó ante una denuncia contra el sacerdote Fulgencio Fereira, quien fue destituido como cura párroco de la mencionada parroquia. Por eso, varios laicos confirmaron su participación en una manifestación prevista para el 16 de julio en contra de lo que consideran manejos irregulares del obispo Livieres.

En la marcha a favor de la familia del jueves pasado, convocada por Livieres, el mismo lanzó fuertes acusaciones contra su par, el arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, porque este último planteó reactivar una investigación por abuso sexual y pedofilia contra el protegido de Livieres.

“Tendría que ser mucho más prudente en este tema, casi fue tirado afuera del Arzobispado por las acusaciones de homosexualidad. Y que eran pruebas que no fueron suficientes, pero eran concluyentes, eran coincidentes. Tendría que ser mucho más caritativo como la Iglesia lo fue con él. Eso es como tirar piedras cuando uno tiene el techo de vidrio. El hombre este es una mala persona, lo voy a decir con toda claridad”, afirmó.

Antecedentes

Urrutigoity llegó a la diócesis de Ciudad del Este y pese a las graves denuncias y advertencias, Livieres Plano no solo lo admitió, sino comenzó a darle espacio. En enero de este año fue nombrado vicario general, convirtiéndose en el segundo en mando. Además es superior de la congregación San Juan, que opera en la parroquia Espíritu Santo de esta ciudad, donde tiene a su cargo a varios seminaristas.

El ascenso de Urrutigoity causó preocupación al obispo de Scranton, Joseph C. Bambera, quien incluso advirtió de que es una “grave amenaza para los jóvenes”. Bambera dijo que compartía su “indignación” por el poder otorgado a Carlos Urrutigoity y defendió las acciones de su predecesor, el obispo James Martino. Agregó que el sacerdote es considerado “una grave amenaza para los jóvenes”. El mismo incluso remitió una carta al Vaticano para informar sobre el caso.