Jorge (45) es uruguayo, administrador de empresas, tiene estudios de psicología, filosofía y coaching. Está casado con Silvia (35), paraguaya, médica cirujana (UNA), especializada en tratamientos de vida sana, estética y belleza. Ambos son licenciatarios por la Universidad de Finlandia del programa KIVa. Recientemente, fueron condecorados con la Medalla de honor a los hombres y mujeres de valor, otorgada por la Divina Academia de Artes, Letras y Cultura (Francia). El mérito se logró porque Jorge Méndez –por sus libros de autoayuda publicados– pertenece a la Academia de Artes y Letras del Brasil, y podía postularse a la academia francesa. “Nos avisaron hace un par de meses, fue un gran orgullo recibir la condecoración. El acto fue en el lujoso hotel George V, Avenue des Champs-Élysées, París. Fueron, en esta ocasión, los dos únicos sudamericanos. Silvia resalta: “Cuando mencionaron Paraguay, quise llorar por la emoción. No pude dejar de pensar en los niños de mi tierra. El año pasado tuvimos más de 250 denuncias de acoso escolar; entre los suicidas, un niño de 9 años. Además, se estaba reconociendo el trabajo de meses de investigación de Jorge”.
El programa antibullying KIVa es un modelo creado en la Universidad de Turku en el 2007. En el 2009 fue implementado en toda Finlandia con resultados favorables contra el acoso y ciberacoso escolar. Contempla y abarca a alumnos, padres y docentes.
–¿Por qué les nace el interés en esta problemática?
–J: Este es uno de los mejores proyectos de mi carrera profesional. Hace años me dedico a investigar el comportamiento humano, diseñar fórmulas que sirven a la previsibilidad conductual y monitorear la evolución de esa metamorfosis. Es nuestro interés lograr que nuestra sociedad sea más amorosa, menos indolente, más unida en la gracia y no tanto en destacar la desgracia. Contestándote, nos embarcamos en el tema del bullying porque a mi hija la acosaron durante 3 años, hasta el punto de que ella deja una carta indicando su deseo de suicidarse. Afortunadamente, esto último no ocurrió; logramos cambiarla de colegio, pero los bullies siguen allí.
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–¿Por qué apuestan a un método importado?
- J: Este método tuvo resultados en 5 años; revirtió los datos alarmantes de violencia, porte de arma y suicidio adolescente en Finlandia, al punto de convertirlo hoy en el país con mejor armonía escolar en Europa. Mucho tenemos que aprender los sudamericanos de los finlandeses; negarlo es tener miopía.
–Trabajan juntos.
–S: Sí, hemos encontrado una sincronía maravillosa; uno hace la parte que le falta al otro. Siempre entendí la medicina como una manera de mejorar la vida de las personas, y en esta búsqueda terminé varios posgrados y cursos sobre estrés, emociones, salud mental de las personas. Nuestros trabajos se complementan.
–Como médica, ¿qué podés subrayarnos sobre el bullying?
–Es un fenómeno que traspasó la barrera de la escuela, para convertirse en un problema social y de salud pública. Trabajando en reprocesamiento de emociones y estrés postraumático, podemos ver que la mayoría de los casos se inicia en la infancia. En el caso de los niños en edad escolar, hasta el 80% puede desarrollar un trastorno mental.
–¿Cómo lograr resultados en la cultura paraguaya y sus violencias?
–J: El niño paraguayo no es diferente a ningún otro, porque la biología de la especie humana es la misma. Nacemos violentos, y es la educación y la formación en valores lo que nos permite comportarnos de una mejor forma.
Un ejemplo: en Finlandia a las reuniones de padres acuden el 100% de los padres; claro está que se habla de temas importantes. Sin embargo, aquí, cuando se convoca a los padres para hablar del bullying, justamente los padres del niño agresor no asisten. Aclaremos que lo que el método finlandés busca erradicar es la violencia, no al niño.
Moda peligrosa
Para el licenciado Méndez, las causas del bullying son globales y locales. Una de las diferencias con los chicos de antes es el acceso a la información online. “Existen páginas web que instruyen cómo quitarse la vida. En el mismo sentido, nuestros hijos consideran el suicidio como una salida a sus problemas. Es por eso que hoy casi 24 millones de niños y adolescentes en el mundo se quitan la vida. El joven paraguayo empieza ahora a tener los problemas de las grandes urbes, la comparación de clases sociales, la discriminación, el consumismo, la elección de las drogas, es decir, la importación de modas de ciudades europeas, norteamericanas y algunas latinoamericanas. En cambio, necesitamos una ciudad más amigable, una slow city, inclusiva, con valores propios, mirando más hacia adentro y no tanto hacia afuera”.
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