El sacerdote, al recodar a los vecinos que construyeron el primer templo, aseguró que, aunque una comunidad sea pequeña, con fe, esperanza y aprovechando sus talentos puede lograr muchos progresos. “El Señor obra maravillas a través de cada uno de nosotros”, destacó.
Durante la homilía se reflexionó desde la pregunta del Génesis que el Señor hace al hombre después de que se escondió de Dios: ¿dónde estás? “Una vez más el Señor sigue haciéndonos esa misma pregunta. Es una pregunta retórica que nos llama a ubicarnos ante el Señor, los hermanos y la naturaleza. Cuál es nuestro compromiso concreto ante Dios y su Iglesia en hacer el bien, misión intrínseca de todo cristiano”, acotó el religioso.
Una vez terminada la celebración, el sacerdote hizo entrega de certificados de reconocimiento a las familias de los benefactores de la capilla. En tanto, antes de la misa, se realizó la procesión de la Virgen de Caacupé. Además, en la noche del domingo 7 se realizó una serenata, el 8 un despertar con campanas y luego se ofreció chocolatada a los niños del barrio, como ocurre desde su fundación.
