Además de la fuerza militar, EE.UU. destaca por sus multimillonarios famosos a nivel mundial, ídolos de jóvenes emprendedores, algunos que marcan son: Jeff Bezos, Bill Gates, Warren Buffett, Mark Zuckerberg o Michael Bloomberg. Respecto a Donald Trump, según la revista Forbes, ha bajado en la lista de multimillonarios, actualmente se encuentra en el número 766. Su patrimonio se estima en 3.100 millones de dólares.
Acá en casa, según un editorial de nuestro diario, “El Paraguay carece hoy de unas Fuerzas Armadas con capacidad operativa para cumplir su misión institucional. Existen virtualmente solo en los papeles en cuanto a organización, equipamiento y personal encuadrados en el ficticio organigrama del Ejército con tres supuestos Cuerpos de Ejército, con igual número de Divisiones y de Regimientos cada uno, respectivamente” (Editorial ABC Color, 23/abril 2019).
Sobre sus bienes, el hijo del exsecretario privado del dictador Alfredo Stroessner, actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dijo a la prensa que su fortuna se encuentra aproximadamente en 4,5 millones de dólares y que se deben a “su trabajo en el sector privado”. Cabe resaltar que el Mandatario cursó la universidad en EE.UU., y como tantos otros que por otras razones emigraron, siente profunda simpatía o adoración por este país. EE.UU. establece relaciones diplomáticas con Paraguay desde 1861.
Con este raudo background, llegó por primera vez la empresaria y modelo Ivanka Trump a nuestro país, hoy asesora de la Casa Blanca. Ivanka recorrió un Paraguay selecto, incluyendo la paraguayita artesana ataviada para el efecto. En las redes se habló de la altísima rubia y surgieron memes de su encuentro con la pareja presidencial. La comparación de ambas mujeres fue en elegancia y vestidos, en las poses.
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Más allá del chismorreo, Ivanka confirmó una inyección financiera para el mentado empoderamiento de la mujer. Veremos cómo se distribuye ese dinero y para qué. A la mujer política, en su calidad de madre y previsora, le corresponde velar sobre todo por el bienestar de la familia, en especial por los niños. Y no hablo de tal o cual línea política, sino de todas, siempre. Si sus vestidos son lindos o ellas los son, bienvenido sea, pero la belleza de una mujer política está en su carisma, trabajo y compromiso con las necesidades de su gente, su país. “No deseo que las mujeres tengan más poder sobre los hombres, sino que tengan más poder sobre ellas mismas” (Mary Shelley).