Alberto Youssef (delator estrella de la organización criminal) escupió nombres y rutas que llegaban al Paraguay: Marcelo Cambio, de Marcelo Hira Reckziegel, Tayi Cambios, Carlos Arturo Mallorquín Junior, La Moneda SRL (Juan Cristóbal Fleitas) en Asunción y New Exchange Transfers (Valentín Aguilar). La delación de Youssef llegaba a Messer, a los bancos que usaba en Nueva York y que en un solo día podía girar hasta 1.500.000 dólares a Ciudad del Este.
Había más menciones: Guairá Cambios, señor Victoriano Ribas (sic, según la delación) y que tenía sedes en CDE y en Salto del Guairá, una empresa que tenía como auditor independiente a un procesado exgerente del desaparecido Banco Oriental. “Yo operé mucho con Juan Carlos García, que era Bobadilla, el cuñado de Victoriano Rivas” confesaba sin asco Youssef.
Las confesiones embadurnaron nuevamente a Carlos Sosa Palmerola (Tupi Cambios, cerebro de la quebrada financiera Aras), el paraguayo que ya en febrero del 2005 tuvo una orden de prisión del Brasil por lavado de dinero. En esa misma orden de prisión del 2005 ya figuraba Lucas Mereles, o LucasPy, el de Yrendague Cambios que aparece en todas las delaciones. Una de las conexiones más fuertes de Messer.
Hasta allí ya era un escándalo.
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Como la fiscala general Sandra Quiñónez acababa de llegar al cargo hacía apenas un mes, la llamamos a consultar sobre si Paraguay formaba parte del equipo de fiscales internacionales que investigaban el escándalo que llegaba a casas de cambio y ciudadanos paraguayos: El dinero se había lavado en Paraguay.
El 15 de abril del año pasado, Sandra Quiñónez nos contestó y nosotros publicamos: “Me informan desde Asuntos Internacionales que oficialmente no participamos del proceso, pero tengan por seguro que haremos las averiguaciones pertinentes y si ameritan, nos involucraremos activamente”. Agregó que si existen elementos indicadores en la participación de Paraguay, “solicitaremos y daremos toda la cooperación para esclarecer el hecho”.
Ha pasado un año y ocho meses desde que se develó el escándalo de las casas de cambio y los cambistas. Y ha pasado un año y siete meses desde que Brasil pidió la captura de Messer y en un documento de 420 páginas DETALLÓ cómo se lavaba plata en Paraguay. Apuntaron oficialmente a Yrendague Cambios.
Me acordé del caso el viernes pasado cuando un año y ocho meses después arrancaron allanamientos a casas de cambio (entre ellas Yrendague) y búsquedas de cambistas. Pasó un año y siete meses del día en que Brasil apuntó oficialmente al lavado de dinero en Paraguay con el caso Messer. Y pasó un año y ocho meses del día en que la entonces flamante fiscala general del Estado prometió involucrarse activamente y dar toda la cooperación para esclarecer la operativa criminal.
¿Te acordás, Sandra?
mabel@abc.com.py